LLEGO LA HORA DE GOBERNAR

Columna de Opinión

Por: Danilo Vivas Ramos

El pasado domingo 7 de agosto, día del acto de posesión del nuevo Presidente y Vicepresidenta de la República, al que tuvimos la oportunidad de seguir por televisión, mostró de manera inequívoca el acompañamiento multitudinario de miles de colombianos, que llegaron de varias regiones del país, incluso de regiones de esa Colombia profunda, llevando mensajes y banderas que los identificaba, expresando en cánticos, consignas, bailes, jolgorios y algarabías la alegría por asistir por primera vez a un acto histórico, en el que a través de las palabras y los simbolismos que lo caracterizaron, se recogían sus anhelos y aspiraciones, de sus comunidades y territorios, muchas aplazadas con el pasar de los años y de gobiernos que no les representaban.

La plaza de Bolívar, plaza principal de la ciudad de Bogotá y de Colombia, la que está enmarcada por edificios icónicos de sello histórico: El Palacio de Justicia, el Capitolio Nacional, la Catedral Basílica Metropolitana de Bogotá y Primada de Colombia, la Casa del Cabildo Eclesiástico, la Capilla del Sagrario de la Catedral Basílica Metropolitana y el Palacio Arzobispal, el Palacio Liévano, sede de la Alcaldía Mayor de Bogotá, y el Colegio Mayor de San Bartolomé (Bogotá) de los jesuitas, lo que le mereció ser declarada  Monumento Nacional de Colombia por el decreto 1802 del 19 de octubre de 1995, de ahí su relevancia y trascendencia para la realización de un acto, de tanto significación para la vida republicana, como lo es la posesión presidencial, lugar al que muchos de los asistentes no habrían podido ir ni ahora ni en el resto de sus vidas, pero que gracias al hecho de llegar un gobierno alternativo, no a lo que se les había acostumbrado: ser excluidos, pudieron estar presentes para testimoniar y acompañar un gobierno cercano a ellos, como dijera Francia Márquez, cercano a los ‘nadies’.

Después de un proceso electoral complejo, generado por los altos grados de polarización política que acompañaron la primera y segunda vuelta presidencial, reflejo evidente de la realidad política nacional, degradada por la prelación de interés personales o de grupo, muy alejados de los del país, enarbolados por diferentes sectores políticos, sociales y económicos, parte de los cuales contaron con el apoyo de grandes medios de comunicación, unos por ser propiedad de ellos, otros por haber sucumbido ante el poder del dinero a través de la pauta publicitaria y las consabidas prebendas otorgadas a periodistas, directores y directivos de organizaciones y empresas de comunicación; acciones que, no obstante haber terminado el proceso electoral, han dejado los aguijones puestos  en una buena parte de la población, por lo que dichas prácticas van a estar allí latentes y que después del acto de posesión del nuevo gobierno, no cejarán esfuerzo alguno para erigirse como los mayores obstaculizadores, bajo el manto de ser oposición, para que no se cristalicen las propuestas y proyectos del actual gobierno, condensados en su propuesta programática que llevó a que más de 11.3 millones de colombianos depositaran su confianza en el liderazgo encarnado por el presidente Petro para lograr sus sueños, acariciar las utopías y materializar realidades que les permita mejorar sus condiciones de vida, con mayores niveles de prosperidad y bienestar, en un planeta sostenible, gozando de una paz estable y duradera, guiada por la justicia y la equidad, como dijera nuestra vicepresidenta Caucana en su juramento de posesión: “Hasta cuando la dignidad se vuelva costumbre”.

Corresponde entonces, a Gustavo Petro y Francia Márquez, presidente y vicepresidenta respectivamente, y a todo el equipo de primera línea que hoy conforman ministerios, embajadas y entidades del orden nacional, así como las entidades descentralizadas del orden departamental y municipal, desarrollar toda su capacidad de estadistas, de personas conocedoras de los problemas y aspectos a resolver en los respectivos cargos y espacios a los que fueron nombrados, todos fundamentales para el ejercicio de gobierno al interior del país como en el extranjero. Ha sido claro el mandatario de los colombianos en señalar que es a través del diálogo social, fraterno, abierto e inclusivo como se puede allanar el camino que conduzca a la materialización de los propósitos, sueños y utopías de todo un pueblo, que no es otra cosa que hacer el ejercicio de gobernar el que, desde hace72 horas, inició con visión, firmeza y decisión.