El baile “El pianito”

Columna de opinión

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Por Paloma Muñoz

Ha sido un baile caracterizado por hacer una rueda y dar vueltas en círculo por los bailadores y todos hacían un giro en el puesto que les tocaba, esto se hacía cuando la música formaba unas prolongaciones en las notas (calderones) o pausas. Lo anterior es un relato en Almaguer (Cauca).

Los músicos campesinos del macizo colombiano cuando se les preguntaba si acostumbraban a bailar (risas…) “Nooooo, bailar no, es que la gente de antes no dejaban que bailaran los hijos hasta que estaban por ahí de unos 15 años. Es que la gente de antes era boba y no podíamos bailar … ¡yo diga un baile! … Páseme un plato de sancocho, me lo como mejor y no bailo, yo me casé de 16 años, ay”. Este relato se lo comentó doña Luisa Acosta al musicólogo Carlos Miñana, en la vereda la Herradura (Almaguer, Cauca).

Pareciera que el baile lo relacionaban más con los bailes antiguos provenientes de los “calentanos” (del Patía) Se referían precisamente a ese baile de los patianos (bambuco patiano) que tocaban en las casas con bandolín, tambora, canto y cuno (cununo). Muchas descripciones orales de los campesinos de la región, reafirman la relación de ese bambuco de ´negros’ con el baile. “Arrastradito”, “pisadito” dicen los campesinos- refiriéndose que, se hacía sin levantar los pies del suelo.

Por eso, algunos campesinos de Bolívar y Almaguer (Cauca) mencionaron haber visto a la gente, indígenas y campesinos bailar ese baile suavecito y lo denominaban “El piano” o “El pianito”, sin embargo, en el momento de la entrevista, ningún campesino ha podido bailarlo. Así entonces, afirmaron que era un baile antiguo, pues los músicos tradicionales tenían la función de la música de las bandas de flautas y tamboras, la de acompañar a los santos, por ejemplo, en la fiesta de Los Corazones o de los Corazoncitos y en las alumbranzas. Al parecer no existía una notable participación dancística en la región relacionada con este tipo de músicas de chirimía (concepto que aparece con los concursos en Popayán). Los campesinos e indígenas del Macizo caucano solo les decían música de banda de flautas.

Otro tipo de bailes que mencionaban entre las antiguas de los campesinos e indígenas eran: la contradanza, “piezas con cambio de ritmo” que se bailaban en ronda. Al parecer ahora nadie baila este tipo de baile.

Pero si ha sido muy característico los juegos tradicionales que han tenido un papel muy importante en la parte recreativa de las fiestas en la región del Macizo caucano. En especial la riña o peleas de gallos, el del marrano (consistía en alzar de la cola a un marrano untado todo de grasa), carreras de gallinas o de perros, disfraces a pie, cabalgatas de caballistas, desfile de disfraces a caballo (hacían apuestas para adivinar los disfrazados). Carreras de zancos, vara de premios, la tradicional olla de barro para romperla (piñatas), las despescuezadas de gallos, cuyes y bimbos; colgados de un lazo o pita, la gente pasaba por debajo a pie o a caballo y el despescuece lo hacían con un machete y con los ojos vendados. 

Además, tenían la costumbre de “las obras sociales” en la época de Navidad, motivando la aparición de una serie de juegos, bromas, “aguinaldos”, pequeñas obras de teatro y juegos de magia.

Algo que me llamó la atención fue observar que los campesinos e indígenas hacían la diferencia entre el baile y la danza, pues hacían alusión al baile, a aquello que tiene que ver más con sus culturas y, en cambio, la danza, la relacionaban más como algo estudiado, con coreografía (este concepto lo agrego yo para explicar su significado). Valdría la pena los expertos en danzas y bailes que averiguaran esto.

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