Pregunta del día
E
l pasado 16 de septiembre se cumplieron 2 años del derribo de la estatua de Sebastián de Belalcázar en el Morro de Tulcán por parte de miembros de la comunidad Misak, hoy entre la sociedad hay una controversia acerca del destino que debe tener la estatua de quien fundó la ciudad de Popayán, aspecto que además, debe ser debatido con sectores sociales, académicos y las organizaciones encargadas de proteger el patrimonio cultural de Colombia. Entre tanto, son las instituciones gubernamentales; el Instituto Colombiano de Antropología e Historia y el Ministerio de Cultura junto a la Dirección Nacional de Patrimonio, las que establecerán mediante estudios, qué tipo de intervenciones se pueden o no hacer en el morro de Tulcán.
Daniel Alejandro Cometa: “Yo la pondría en un museo después de que la vuelvan a restaurar, porque si la ponen en el morro la vuelven a tumbar”.
Einer Pito: “No me parece muy bien que la estatua esté en un lugar público porque sería recordar la violencia que vivimos por parte de los españoles cuando estuvieron en nuestro territorio”.
Jorge Eliecer Araujo: “Popayán es una ciudad turística por excelencia, atractiva para los foráneos que vienen y el sitio icono de Popayán es el morro es donde debería estar la estatua”.
Reinaldo Muñoz: “Soy partidario que la estatua permanezca en el morro, pues es una parte de la historia a nivel nacional y sobretodo aquí en el Cauca, es comparativo con la estatua del sabio Caldas, que es de aquí, payanés, quiñes piensan de otra forma son otras generaciones que no tienen mayor conocimiento de la historia del Cauca”.
Sebastián Toro: “No se puede desconocer asuntos históricos de la ciudad y todo el ejercicio de consolidación como ciudad, yo considero que la estatua debería estar en un lugar visible que permita recordar aspectos favorables o desfavorables del personaje, podría estar en una glorieta o en un espacio de la vía pública, seguramente no en un lugar tan insigne como el morro de Tulcán pero si en otro espacio donde se haga visible”.
Melva Pérez: “Me gustaría que la colocaran de pronto en otro lugar no allá en el morro”.
Fernanda Ballesteros: “Sería bueno que se instalara de nuevo en el morro porque es algo con lo que uno se sentía identificado con parte de esa historia de la ciudad”.
Jhon Aimer Muñoz: “Sería bueno que la dejaran de nuevo donde estaba”.
José Bonilla: “Debe ser ubicado en un espacio cultural de la ciudad, como la casa de la cultura”.
Edgar Ernesto Astudillo: “A todas esas estatuas de esos genocidas españoles que vinieron aquí a usurpar las tierras y robarse todo el oro, las bajaría de donde están y las fundiría”.
Rodrigo Solarte: “Que la fundan y que le hagan homenaje a un personaje de aquí de América, de Colombia, no a uno que vino acá a saquear América”.
Julián Andrés Pisso: “Sería muy chévere volverla a tener el lugar en el que ha estado anteriormente, es algo cultural que es de la ciudad, sería bueno que volviera a ocupar ese lugar, no quiere decir que esté en contra de los indígenas que tuvieron su motivo y la tumbaron”.
Demoler la estatua y tapar huecos de las calles, para que estatuas de un invasor y mata indigenas
Siendo un lugar de culto, para los indígenas, al llegar los españoles, les comentaron que sus dioses eran muy bravos, que el de ellos era más compasivo, y que además tenía una mamá que era toda bondad, a lo que estos la aceptaron, prueba la religiosidad indiscutible de ellos. Si lo que se propone es destruir la política del mestizaje, en que el intercambio de sangres, saberes, y religiones ha sido la norma, para que los nativos retornen a sus antiguas creencias, se los está condenando a ellos y los otros a una guerra desastrosa para todos. Lo único sabio con los primeros pobladores, es estimular un reencuentro con sus raíces genéticas, para aprovechar sus excelentes modelos, para ponerse al día y mostrar sus inmensas capacidades. ¿Para cuando tendremos en el Cauca colegios de China, Japón, Corea del Sur, Singapur, etc?