Luego de la pandemia del Covid 19 que nos obligó al encierro, retomamos uno de nuestros ejercicios de construcción de ciudadanía: Mi Barrio, y hoy le corresponde a los Barrios El Recuerdo y Prados del Norte de Popayán.
“Lamentablemente, para quienes queríamos vivir más tranquilos, se fueron abriendo negocios, empresa, instituciones de salud, comercio en general y lentamente, en los últimos años esta zona es de muchos servicios en el tema de salud, debido a que el Hospital San José y casi todas las clínicas están en un área muy cercana. Esto es muy bueno para la economía, pero no para nuestra tranquilidad. Además, muchas personas fueron alquilando, vendiendo o utilizando sus edificaciones e inmuebles, para el comercio y los servicios, con lo que fueron llegando nuevos habitantes y personas que no tienen mucho interés por el barrio y sus habitantes. Por eso no tenemos Junta de Acción Comunal, pues ya casi no tenemos personas de quienes antes habitaban esta zona. Esto ocasiona el crecimiento del hurto en la zona. Robo de celulares y bolsos a mano armada ha puesto en alerta a la comunidad, quienes afirman que a veces contratar vigilancia o sistema de alarmas no alcanza a ser suficiente, porque los ladrones se han vuelto más agiles y descarados.”, expresó una de las antiguas habitantes del sector.
Aunque no todo es malo por el crecimiento comercial, pues con esta nueva revitalización económica del sector, aumento la oferta laboral y mejores oportunidades de ingresos para sus dueños, arrendatarios y comerciantes en general, que de alguna manera, impacta positivamente el crecimiento y desarrollo de la Ciudad Blanca.
Los habitantes del barrio El Recuerdo, ya no recuerdan cuándo fue la última vez que tuvieron una Junta de Acción Comunal, la razón, hace muchos años se dejó de presentar la junta ante las entidades gubernamentales y fueron sancionados según la norma, desde ahí se dio la eliminación de la Junta de Acción comunal en ese sector. “Hace timpo no tenemos representación en las Juntas de Acción Comunal, pues no cumplimos con un mínimo de personas y no tenemos como representar al barrio”, dijo una de las pocas lideres visibles del barrio El Recuerdo.
“Tal vez la mayor preocupación es el parque del barrio El Recuerdo, que es uno de los sectores más vulnerables. Hubo un tiempo en que casi siempre se encontraban muchos jóvenes consumiendo drogas y generando un mal espectáculo frente a los pocos niños o personas que acudían al sitio a buscar aire fresco debajo de los frondosos árboles que adornan el parque. Afortunadamente la policía nacional, a través de las estrategias de hacer rondas por parte de los agentes que conforman el cuadrante de la zona, este problema se ha reducido ostensiblemente y ya es un mejor espacio para salir. También se nos presentan problemas con las mascotas, especialmente con los perros, ya que algunos dueños, los sacan a pasear y hacer sus rutinas de caminantes, pero algunos, no todos, no tienen la cultura ciudadana de recoger las heces de sus perros. En ocasiones ha habido algunos inconvenientes porque sacan en ocasiones, perros grandes, considerados peligrosos y de los que deben llevar bozal y no dejarlos sueltos, pero a veces, atacan a los perros más pequeños e incluso a transeúntes” nos narró una vecina del parque El Recuerdo.
Otra dificultad que tienen es el pésimo estado de algunas vías y pese a que sus habitantes han formulado las quejas y peticiones para que por favor les resuelvan estos cráteres que dañana los carros, no han tenido respuesta. Dicen que la administración municipal lleva décadas que no les hace una intervención a las calles de este sector de la ciudad por el cual transitan gran cantidad de vehículos” continuó opinando un vecino del sector.
El sector que comparten los barrios El Recuerdo y Prados del Norte, tienen en común su cercanía con el barrio Bolívar y un comerciante recuerda cómo el año pasado, cuando incendiaron las motos y se robaron muchas de ellas del parqueadero que tenía la administración municipal, se vieron afectados por los disturbios, el humo y los gases lacrimógenos que se utilizaron en esa confrontación violenta entre la Policía y los vándalos. Además que pasaban por frente a nuestras casa, llevando de la mano muchas motos robadas. Incluso en medio de la trifulca, dejaron una moto abandonada en el parque y más tarde, el que la había dejado tirada vino a recogerla, traía un arma blanca para intimidar a quien se metiera a detenerlo. Ninguno de los vecinos quiso meterse en ese tema porque la verdad todos estábamos muy asustados, esos tipos daban mucho miedo. El joven que la había dejado, vino y se la llevó, como si la hubiera dejado en un parquedadero”, manifestó sonriente la dueña de un pequeño comercio cerca al parque El Recuerdo.
“El sector catalogado como uno de los mejores lugares para vivir en Popayán, porque tiene cerca la mayoría de establecimientos, almacenes, supermercados, hospitales, centros médicos, entre otro tipo de almacenes, pero a pesar de ello, tiene el mismo problema que en toda la ciudad, la inseguridad. Uno cree que el robo a mano armada es mucho más común en la periferia de la ciudad, y que en sectores como este no se presenta, pero no, llevo un poco mas de un año viviendo acá y en ese tiempo he presenciado varios robos y la gente es poco solidaria, el miedo es grande. En la periferia la gente sale a gritar al menos, pero acá no. Acá la gente está metida en su cuento cada uno y no se fija en los demás”, nos explicó un vecino del sector.
“Uno no se puede meter en esos tropeles, porque termina mal. Los bandidos incluso a veces son capturados por la policía y al otro día de nuevo uno los ve dando vueltas y buscando víctimas, especialmente mujeres a quienes les arrebatan los celulares, aretes, bolsos y cualquier cosa. Hay que recordar que también una vez le cortaron el cabello a una jovencita y se lo robaron, dejándola totalmente trasquilada. Pero si uno pone la denuncia penal, luego los ladrones lo ubican en su casa de habitación y aparecen amenazando a quien los denunció. El tema es también peligroso para uno y por eso evita ser solidario frente a algún crimen, es mejor no meterse, pues queda uno expuesto” dijo con cierta tristeza un joven que atiende una empresa de servicios en el sector.
Para disminuir el tema de la inseguridad, algunos vecinos se han reunido para establecer el sistema de alarmas.
Algunos establecimientos están en arriendo para el sector salud, otros los están construyendo para arrendar a estudiantes universitarios. Debido a la economía de Popayán se mueve en gran parte por el sector académico, los empresarios han aprovechado este sector para construir apartamentos y aparta estudios para hospedar a la gran cantidad de estudiantes que llegan cada semestre. Este sector es un referente para la ciudadanía, si necesita profesionales en odontología, veterinaria, fisioterapia, médicos, enfermeros, cirujanos, este barrio es el lugar, pero si además quiere una buena comida en un lugar elegante y donde todo le quede relativamente cerca.
El barrio Prados del Norte, es un sector de la ciudad lleno de estilos de vida que convergen en el propósito de crecer como barrios y aportarle al desarrollo de la ciudad.
El parque de El Quijote es uno de los sectores representativos de Prados del Norte y dada la afluencia de personas que tiene diariamente, requiere cuidados más constantes, mantenimiento al monumento, arreglo de sillas, limpieza del prado entre otras necesidades que se solicitan constantemente. “Este parque debería ser un sitio de orgullo, pero no hay sentido de pertenencia o falta cultura ciudadana, no se ayuda a preservar el espacio; además que constantemente es usado por habitantes de calle para dormir o en las noches para completar, muchos jóvenes se parquean a los alrededores para ingerir licor y en ocasiones se presentan riñas y peleas. El parque está muy abandonado, la fuente no funciona, las sillas han sido dañadas y no hay, las basuras son regadas por los habitantes de calle que aprovechan que algunos habitantes del sector sacan y dejan las bolsas de basura frente al parque y en horarios en que no pasa el carro recolector” manifestó un empleado de un negocio de comidas del sector.
Para resaltar algunos tesoros arquitectónicos que encontramos en el recorrido, esos espacios donde parece haberse detenido el tiempo. Arquitectura republicana francesa Popayán es una de las ciudades que conserva una arquitectura bastante llamativa, lo que muchos quizá desconocen es que en Prados del Norte hay tres casas que fueron declaradas patrimonio de la ciudad en el año 2008. Denominadas Casas Quintas, estas tienen arquitectura republicana francesa y se construyeron en el marco de un proceso histórico colombiano en el que, una gran mayoría de los países latinoamericanos, reflejaron el momento político y cultural. Popayán no se quedó atrás y tiene esos bellos conjuntos arquitectónicos al estilo colonial, republicano y moderno, y los habitantes de este barrio pueden decir orgullosamente que tienen estas tres casas con esta arquitectura. “Sobre la carrera séptima se encuentran estas tres casas con arquitectura republicana. Con un azul agua marina se encuentra una de las Casas Quintas en la que está dispuesto el almacén Helénica y el restaurante Wok House; diagonal a esta se encuentra entre juegos infantiles la segunda, que en la actualidad alberga a pequeños que estudian en el Bamby del Norte y la última se esconde debajo de unos grandes árboles y sus líneas rojas apenas se alcanzan a ver”.
La arquitectura republicana, como su nombre lo indica, tiene que ver con la época de la formación de la nueva república, con la expresión plástica y constructiva de los ideales políticos y sociales de la naciente nación. Al no querer saber nada de España, Los parámetros de diseño arquitectónico se tomaron de otras naciones europeas como Inglaterra y Francia, de donde llegaron arquitectos con sus técnicas constructivas y nuevos materiales como el concreto reforzado para plasmar una nueva imagen en las ciudades colombianas, dominadas por la arquitectura colonial y la madera como material más utilizado. Comercio a flor de piel Estos barrios están en medio de dos sectores importantes de la ciudad, a un lado el bullicio de los vendedores de la galería, de los vehículos de carga pesada que llevan todos los productos y materiales para comercializar, o las chivas que llegan llenas de chontaduro, plátano, papa y personas sencillas del campo. Y del otro lado, concesionarios, almacenes, restaurantes, con tráfico igual de ruidoso, pero con vehículos un poco más elegantes. En últimas todos confluyen sobre un mismo propósito, ponerle una mejor cara a la ciudad.
Prados del Norte y El Recuerdo, son dos de los barrios más tradicionales de Popayán y se han convertido en un nuevo eje económico de la ciudad, que permite mejorar el desarrollo de la ciudad y generar espacios de ofertas para profesionales en todas las áreas, ya que además de servicios médicos, hay empresas de servicios exequiales, instituciones de educación no formal, servicios veterinarios, hoteles, restaurantes, colegios, jardines infantiles, licoreras, etc.