Brief informativo
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as mujeres rurales representan el 43 % de la mano agrícola, de acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Este 15 de octubre, Día Internacional de las Mujeres Rurales, es una oportunidad para reflexionar sobre el papel que ellas ocupan en el desarrollo agrícola, promover su reconocimiento e implementar medidas eficaces para garantizar el pleno y efectivo goce de sus derechos humanos.
En el mundo las brechas de género para las mujeres rurales persisten debido a las normas sociales discriminatorias que continúan limitando su participación en ámbitos de toma de decisión, ya sea al interior de sus comunidades o inclusive en sus hogares. A estos retos además se suman el acceso limitado a la asistencia sanitaria, la educación, el crédito para sus iniciativas, entre otros. Situaciones que se agravan además por las crisis mundiales —económica y alimentaria— y el cambio climático.
Empoderar a las mujeres rurales no sólo es fundamental para el bienestar de las personas, familias y comunidades rurales, sino también para la productividad económica general, dada la amplia presencia de mujeres en la mano de obra agrícola mundial. Invertir en su empoderamiento económico contribuye directamente a la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo que sume el potencial de las mujeres como parte fundamental del bienestar de las sociedades.
Algunos datos claves
De acuerdo con el CONPES 4880 en Colombia y el DANE:
- Solo el 14 % de las mujeres rurales de 18 a 24 años se encuentran en el sistema educativo, frente a un 34,4 % de las mujeres urbanas. Solo el 2,9 % alcanzan el nivel de técnica y tecnológica (10,1 % urbano) y menos del 2 % el nivel universitario (7,5 % urbano).
- Las mujeres rurales no se concentran laboralmente como los hombres en el sector de la agricultura. Solo un 37,6 % de estas se dedican a actividades agrícolas, mientras este porcentaje es de 69,2 % para los hombres. El 16,1 % de las mujeres rurales se ubican en actividades no agropecuarias como servicios de comercio, 12,5 % en alojamiento y servicios de comida.
- La menor participación de las mujeres en el sector agropecuario podría reflejar la invisibilidad del papel de ellas en el sector, el cual se asocia a labores realizadas de cuidado. Según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2020-2021, el 93,1 % de las mujeres rurales participan en el desarrollo de actividades relacionadas al cuidado, y solo el 56,9 % de los hombres ejecutan este tipo de labores.
- La brecha de ingresos en mujeres llega al 33% en el contexto rural frente a la nacional que es de 13%.
- Las mujeres rurales afrontan importantes barreras para emprender en materia de gobernanza de la tierra, asistencia técnica y acceso al crédito. Tienen menor acceso a la tierra y la menor participación de las mujeres en las decisiones sobre el uso productivo de la tierra se refleja en que solo en un 26 % de las Unidades Productoras Agropecuarias (UPA) las decisiones sobre la producción las toman las mujeres, en un 61,4 % los hombres.
- Las mujeres víctimas de violencia de las áreas rurales enfrentan dificultades adicionales para el acceso a servicios de atención a casos de violencia. Además, en los servicios de atención se encuentra carencia de estructuras físicas adecuadas en zonas apartadas para brindarles una atención integral, con enfoque de género y diferencial por parte de las entidades involucradas.
- La participación de mujeres en actividades del campo como agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca se redujo en el último año, como lo mostró el reporte más
reciente de Mercado Laboral por Sexo del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), correspondiente al trimestre octubre-diciembre de 2021. Mientras que en 2020 eran 555.000 mujeres las que se desempeñaban en estos sectores, el año pasado se totalizaron 539.000 de ellas, lo que supone una disminución 2,9%.
- Del total nacional rural de predio de único propietario, el 63,7% de los predios tienen a un hombre como titular, y el restante 36,3% tiene a una mujer como titular. Datos que muestran que la participación de la mujer es notablemente menor, considerado que solo de 3 de cada 10 mujeres es titular de su predio rural (Nota estadística sobre propiedad rural, DANE – ONU Mujeres, 2022)
- La participación de las mujeres es mayor en los predios de menor extensión, es decir, en los predios con áreas menores de tres hectáreas (ha) (microfundios) se concentra el 72,1% de la propiedad femenina. Por su parte, la participación de los hombres se concentra en los mayores tamaños. Por ejemplo, en la propiedad mediana los hombres representan el 11,3% y las mujeres el 7,0%. (Nota estadística sobre propiedad rural, DANE – ONU Mujeres, 2022)
- En el primer trimestre de 2022, mientras en las cabeceras municipales participaban en el mercado laboral 82 mujeres por cada 100 hombres, en el ámbito rural tan solo eran 45 mujeres por cada 100 hombres (GEIH, Trimestre enero – marzo 2022).
Considerando que restan menos de 10 años para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluidos Hambre Cero (Objetivo 2) e Igualdad de Género (Objetivo 5), ONU Mujeres está trabajando para ayudar a las mujeres y niñas rurales del país a fortalecer su resiliencia y desarrollar sus habilidades y capacidades de liderazgo a través de diversas iniciativas:
- Raíces, mujeres sembradoras del cambio: iniciativa para acelerar el empoderamiento económico de las mujeres rurales
Esta alianza con el Gobierno de Corea, Gobierno Nacional, UNFPA y ONU Mujeres, se implementará durante los próximos 4 años, buscando promover el empoderamiento económico de las mujeres y jóvenes rurales en 12 municipios del país (9 de ellos que municipios PDET -Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial) para contribuir no solo a su autonomía y sus derechos, sino también a la productividad económica, social, ambiental y sostenible de estas regiones
Son tres los resultados esperados de esta iniciativa:
- A través de la participación de más de 200 funcionarios y funcionarias fortalecer el entorno institucional local para el empoderamiento económico sostenible de las mujeres y las jóvenes.
- Mejorar la generación de ingresos de más de 720 mujeres y jóvenes rurales fortaleciendo sus habilidades para potenciar sus emprendimientos
- Transformar las normas sociales y culturales como aporte al abordaje integral de las violencias basadas en género y a la autonomía económica, política y física.
Piloto de innovación y canasta digital para el incremento de los ingresos de mujeres de un territorio PDET
Para contribuir al cierre de la brecha digital a la que se enfrentan las mujeres en medio de los impactos provocados por la pandemia de la COVID-19, la Mesa de Género de la Cooperación Internacional -MGCI- junto a la Agencia de Renovación del Territorio (ART) y con el liderazgo de ONU Mujeres, adelantaron esta iniciativa orientada a generar aprendizajes y evidencias que se puedan replicar en territorios a partir de la integración de la digitalización y la innovación como aceleradores de la igualdad de género.
Este piloto se desarrolló junto a la Asociación de mujeres emprendedoras afrocolombianas de López de Micay (Asomamiwata) en López de Micay, Cauca. Con él, se lograron identificar las necesidad digitales de las participantes, además de avanzar con formaciones en este tema que les permitieron la apropiación de herramientas para el posicionamiento de sus emprendimientos.
El proyecto contó con un laboratorio de innovación que permitió:
- Identificar oportunidades de desarrollo de una línea de negocio para la organización Asomamiwata.
- Diagnosticar el nivel de conocimientos y desarrollar el plan de formación en competencias digitales a través de la realización de experimentos comerciales en local físico y redes sociales.
- Consensuar qué equipos electrónicos requerían y de qué manera serían administrados para el beneficio de toda la organización.
Con este proyecto se espera que se introduzca el componente de canasta digital (equipos + conexión a internet + formación en competencias digitales) a procesos de empoderamiento económico que involucren organizaciones más grandes y con una oferta de productos o servicios consolidada, cuyas necesidades de equipamiento y formación sean más avanzadas, tales como marketing digital, comercio electrónico, pasarela de pagos, plataformas de comercialización, participación en redes de productoras, etc.
- Alianzas productivas. Programa entre el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, la Agencia de Renovación del Territorio, sector privado y ONU Mujeres
ONU Mujeres participa de tres procesos de apoyo a organizaciones de mujeres o mixtas con mayoría femenina en el programa Alianzas Productivas, que busca fortalecer organizaciones productivas o sociales de base mediante tres líneas de trabajo:
- Fortalecimiento organizacional
- Impulso a producción
- Encadenamiento para la comercialización.
En el caso de ONU Mujeres se apoyan tres organizaciones: ‘Cortepaz’ en Tumaco, Nariño, quienes producen cacao para exportación; ‘Amecsar’ en Saravena, Arauca, organización de mujeres que produce cacao; y la Asociación Municipal de Mujeres Campesinas, Negras e Indígenas de El Rosario en Nariño, quienes producen limón tahití.