En el municipio de Suárez, al norte del departamento, se llevó a cabo el pasado sábado 13 de agosto, la entrega de mandato popular (posesión simbólica ancestral) a la vicepresidenta de la República, Francia Márquez Mina.
REDACCIÓN EL NUEVO LIBERAL
Con sus tradicionales bastones de mando, una mándala y sobre el centro de ella una ofrenda de alimentos, líderes y lideresas le entregaron a la vicepresidenta lo que denominaron un mandato popular con 14 peticiones sobre protección al territorio, defensa de la vida y desarrollo para el campo.
Una multitud, de mayoría afro, la homenajeó con cánticos, tambores y ceremonias tradicionales en un coliseo del municipio, una población de oro y violencia. La visita de Francia Márquez tenía un propósito específico: “recibir a la madre tierra para liderar con sabiduría las misiones que tendrá en los próximos 4 años”, dice la información de la Vicepresidencia de la República en redes sociales.
“Tenemos la plena confianza que usted vicepresidenta sabrá representar el sentir de las comunidades del Cauca y del país que históricamente han sufrido el flagelo de la exclusión”, expresaron líderes de este municipio sobre este acto simbólico de la vicepresidente Márquez.
En su discurso, Márquez precisó que una de las primeras tareas que le asignó el presidente Gustavo Petro es llevar agua para el Pacífico colombiano.
“Nuestro primer compromiso es hacer que las condiciones de estos acueductos avancen y no se queden varados”, dijo Márquez.
Entre otros anuncios, la vicepresidenta sostuvo que se encargará de velar por la implementación del Capítulo Étnico del Acuerdo de Paz, gestionar inversión para la adecuación de vías terciarias, acercar la educación superior a los territorios más alejados del Cauca y trabajar por las mujeres más pobres del país a través del nuevo Ministerio de la Igualdad y la Consejería Presidencial.
En la posesión estuvo presente Elías Larrahondo Carabalí, gobernador del Cauca, quien hizo entrega del Escudo del Cauca, en reconocimiento a su liderazgo y por dejar en alto el nombre del departamento en escenarios políticos.
«Gracias gobernador por hacer de nuestras luchas un motivo para avanzar. Para mí esta posesión es la entrega de un mandato del pueblo, mandato que acojo porque ha sido parte de las luchas históricas en las que me he involucrado», expresó la vicepresidenta Márquez, quien aprovechó la oportunidad para comunicar que en la presente semana se radicará ante el Congreso de la República, el proyecto para la creación del Ministerio de la Igualdad.
Por su parte el mandatario de los caucanos destacó la importancia de este ministerio como una política oportuna para dignificar la vida de las comunidades. «Esperamos que desde esa instancia se trabaje para devolverle a los pueblos lo que les corresponde, a partir del respeto por los derechos e invito a los caucanos a trabajar unidos, y que asumamos esta causa como propia».
La vicepresidenta se ubicó en un círculo que llamaron “el lugar sagrado” y la música continuó sonando. “Soy de allá, del África, y si no soy de allá, mis ancestros son de allá”, cantaban.
Miembros de la comunidad, entre ellos líderes campesinos, afros e indígenas, se acercaban al círculo y dejaban alimentos como una ofrenda. Al final en este había flores, frutas, granos de café, cacao y maíz. También fue esparcida sal alrededor.
La comunidad explicó que la sal es el símbolo de la incorruptibilidad y la gobernanza. Las lentejas fueron mencionadas como símbolo de prosperidad y las frutas: piña y limón, fueron referenciados como los que acompañan a los seres de luz.
Al finalizar, Márquez elevó un bastón de madera tallado. Una vez terminado el ritual, se informó que la vicepresidenta ya había sido bendecida por su comunidad.