Asociaciones de vivienda se movilizaron en Popayán como apoyo a la minga

Viviendistas de toda la ciudad tomaron las vías de hecho para solicitar el cumplimiento de los acuerdos por parte de la administración municipal.

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Redacción El Nuevo Liberal

n el marco de la Minga del Suroccidente, asociaciones de vivienda del municipio, desarrollaron un ejercicio de movilización pacífica por las vías principales de la ciudad, para después realizar un plantón en el Parque Caldas en acompañamiento  a las diferentes actividades desarrolladas en Caldono, exigir al gobierno local que se retomen las negociaciones que están detenidas desde el mes de agosto y expresar su rechazo contra el decreto del banco de tierras, una medida establecida por el municipio para aportar viviendas dignas a estas asociaciones que llevan años luchando para que el Estado garantice uno de sus derechos básicos constitucionales.

“Estamos luchando para que el gobierno entre en negociación de terrenos porque nosotros somos gente que necesitamos una casa digna, como colombianos que somos también merecemos algo bueno, por eso le pedimos al gobierno para que nos ayuden con este proyecto rápido, con la negociación de estos terrenos”, comenta Alba Nidia, asociada a al movimiento de arrendatarios Los Comuneros, quienes llevan más de 7 años estableciendo mesas de negociación y desarrollando ejercicios de movilización en pro de una vivienda digna. 

Además de la asociación de arrendatarios Los Comuneros, también participaron la asociación de vivienda Hogar Dingo Hogar, La ANUC, entre otros. /Foto suministrada.
Esta protesta pacífica concluyó su ejercicio de movilización en el Parque Caldas, donde desarrollaron un plantón y participaron en la sesión del Concejo Municipal. /Foto suministrada.
“Hasta ahora lo que hemos escuchado es de que ya había un acuerdo para el banco de tierras y también se ha logrado que la CRC de los puntos de toda la ciudad donde se puede construir”. – Gloria Viviana Tascón, viviendista de Los Comuneros. / Foto suministrada.

Indígenas, campesinos, desplazados, población vulnerable, arrendatarios y madres cabeza de familia son algunos de los grupos poblacionales que conforman las asociaciones de vivienda que, estando legalmente constituidas, han entrado en diferentes procesos de negociación con los estamentos nacionales, regionales y municipales, lo que hace que sus luchas reivindicativas tengan características particulares, a pesar de confluir en la necesidad básica de vivienda. Este punto resulta clave para entender el porqué, para estas organizaciones, la falta de continuidad a los espacios de negociación por parte de la Alcaldía Municipal y las acciones que este ente ha desarrollo en aras de “cumplir” con algo de lo acordado, resultan siendo poco efectivas, al generar retrocesos e invisibilizar las distintas realidades contextuales y triunfos de las asociaciones, ocasionando que estas luchas y sus actores no se sientan representados ni acogidos.

 En el 2020 se anunció la creación del banco de tierras, una medida que se materializó, por lo menos en el papel, a través del decreto 20221000002915 de septiembre de 2022, en donde se insta a la Secretaría de Planeación a la conformación de la empresa Renovación de Desarrollo Urbano de Popayán, el cual estará encargado de dirigir dicho banco, cuya finalidad será adelantar proyectos y programas de desarrollo y renovación urbana en el municipio. Dentro de sus funciones, las cuales no resultan muy claras ni operativas para los viviendistas, quienes además solo podrán contar con una cuota de participación de 2 personas del total de asociaciones, estarán la aprobación de los proyectos para la construcción de vivienda de interés social y/o autoconstrucción comunitaria, coordinar los programas para la entrega de terrenos para las construcciones, aprobar el desarrollo de áreas urbanas o de expansión urbana previstas en el POT, el cual va a ser modificado, lo que deja un vacío legal para que se titulen predios a nombre de terceros que no hacen parte de las asociaciones, promover proyectos de integración inmobiliaria y vigilar el cumplimiento del porcentaje de suelos. Todo el poder que recae en una sola institución preocupa a los viviendistas, debido a que no se especifican mecanismos que les aseguren garantías de todo lo que ganaron anteriormente ni del control político que se le debería hacer al proceso.      

“Esta es una manifestación a ver si nos dan prioridad porque nosotros llevamos años y años para que nos den una vivienda, estamos con esa esperanza de que con estas arengas que hacemos nosotros, se produzca la ilusión de tener un rancho, que eso es lo que buscamos y vamos a ver qué pasa hoy. Yo llevo ya 3 años, pero aquí hay comuneros que llevan más. Los procesos que se han hecho es para darnos esperanza de que ya hay consenso para ubicarnos, pero son solo ilusiones, por eso estos son los operativos que hacemos para hacer llamados y que nos tengan en cuenta y así conseguir la vivienda. Todo hay que lucharlo, y eso es lo que estamos haciendo en estos instantes”, comenta con preocupación Jairo Ospina. 

Otra de las ganancias que se tienen, pero que no ha tenido toda la celeridad que se esperaba, es la Mesa Municipal por la Vivienda Popular y Comunitaria, establecida en el Decreto 3275 de octubre de 2020, el cual busca caracterizar y propiciar el cumplimiento del propósito de estas asociaciones. Nos reunimos de varios sectores, desde la comuna 2 hasta la 10, para que el señor Alcalde nos tenga una respuesta hoy. Aquí hay muchas madres cabeza de familia, por eso nos encontramos aquí, porque no tenemos para pagar un arriendo y necesitamos que nos den nuestra vivienda digna y por eso estamos luchando”, denuncia Elizabeth Rincón, habitante de la comuna 2 de Popayán.

Por su parte, Lucero Cerquera, viviendista de la comuna 7, menciona “Hoy decidimos salir porque el movimiento de arrendatarios Los Comuneros también hace parte de la minga del suroccidente colombiano y al no ser escuchados, nosotros como movimiento estamos en negociación con el alcalde, pero resulta que desde el mes de agosto iba a hacer una mesa para continuar en la negociación, porque ya se consiguió el banco de tierras, pero eso no es todo, nosotros necesitamos una solución y la solución es negociar los predios para la vivienda prioritaria y comunitaria nuestra, entonces por eso hoy estamos con la minga en pie de lucha para que el alcalde nos escuche y haga una mesa con el movimiento y demás asociaciones presentes, porque ya estamos cansados que él promete algo y siempre nos toca movilizarnos para poder que él nos escuche, entonces no queremos más eso, sino una solución ya”. 

Desde el Parque Caldas, en horas de la tarde, las asociaciones de vivienda, entre ellas Hogar Digno Hogar y la ANUC, ingresaron al recinto del Concejo Municipal para solicitar su ayuda como intermediarios con la creación de una política en torno a la construcción de vivienda, sus preocupaciones por el Banco de Tierras e instar a la acción de la Mesa para la Vivienda Digna. Los viviendistas afirmaron que su ejercicio de movilización será permanente si no se obtiene una respuesta celera y favorable por parte de la administración.  

Al estar articulados a la minga, sus representantes se encontraban dialogando en Caldono con el presidente Gustavo Petro para la concreción de acciones que solucionen el problema de vivienda en la ciudad.

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