JESÚS ARCOS SOLANO
En este año (Mayo 2.022) la Institución que se llamó “Normal José Eusebio Caro”, cumpliría 70 años de existencia. Los que fuimos sus alumnos, evocamos con gratitud la formación que recibimos en ese añorado Claustro. Las promociones que hubo desde 1.959 (1ª) hasta 2.001, fueron 42. El título otorgado, fue el de MAESTRO (Normalista Superior). De estas promociones, 18 fueron bajo la dirección privilegiada de la Comunidad Marista, eximios pedagogos. Nos gloriamos, los egresados de estos años, por la formación académica y moral que recibimos de los Hermanos Maristas y de un selecto grupo de Licenciados y de distinguidos Profesores, sobresalientes en sus áreas. Desde 2.003, la Normal cambió de Especialidad, y se llama ahora Institución Educativa “José Eusebio Caro”, otorga el título de Bachiller Académico. La Normal se creó, siendo Ministro de Educación, Lucio Pabón Núñez, Gobernador del Cauca, Luis Fernando Paredes y Secretario de Educación, Helcías Martán Góngora (Poeta Caucano). El primer Rector: Hermano Antonio Máximo (Científico de la Comunidad Marista), estuvo 1 año. Llegó luego el Hermano Elías Manuel Álvarez (Agosto 1953), reconocido Pedagogo, formador de juventudes, Rector en muchos Colegios del País. Graduó la 1ª Promoción (1.959), 18 estudiantes. Luego, lo seguirían los Hermanos Marcelo José, Luis Ordóñez, Guido Burbano (1.976). Fue el último Rector Marista.
Vinieron posteriormente los Hermanos del Sagrado Corazón; estuvieron hasta el 7 de julio de 1.980. A partir de este año, la Normal fue regentada por seglares; su primer Rector fue el Licenciado Marco Aurelio Gaviria, experimentado Educador. En 1.976, la Normal celebra sus Bodas de Plata. Esta es una resumida historia, que de la Normal, podemos dar fe, quienes fuimos alumnos, especialmente los de las primeras promociones. En la actualidad, como Institución Educativa, otros serán quienes escriban su historia.
Con el corazón entristecido de nostalgia, lamentamos la partida hacia la eternidad de muchos compañeros, con quienes mantuvimos una sincera amistad. Se nos adelantaron en el viaje sin retorno. ¡Qué Dios los tenga en su gloria!