CAYO BETANCOURT
La medición de un líder debe incluir la gestión de su equipo y los resultados asociados, especialmente cuando se presentan situaciones adversas y se observa la capacidad de motivar, apoyar y promover los valores entre las personas. Ralph Nader indica que la función primordial del liderazgo es producir más líderes y no más seguidores, en este contexto es importante diferenciar una posición de liderazgo asociada a un cargo gerencial al liderazgo independiente, siendo este último una medida valiosa porque genera movimiento, redes de apoyo y contribución entre los miembros del equipo sin tener una posición jerárquica en la organización.
Las situaciones de crisis generan tensión en los equipos, preocupación en los gerentes y motivación en los líderes, especialmente porque saben como manejar las situaciones, no se traban en discusiones y menos las convierten en temas personales; observan el comportamiento de sus equipos y los apoyan para entender sus necesidades y trabajar hombro a hombro hasta obtener el resultado esperado; comparten los triunfos y derrotas con la mista perseverancia que los caracteriza, protegiendo a las personas y actuando unánimemente. Cuando los miembros de un equipo observan estas características por parte de su líder, se sienten motivados, comprenden que hacen parte de un ecosistema y se siente protegidos ante amenazas externas; esta condición puede resultar adversa en algunas situaciones frente a nuevos miembros especialmente en aquellos equipos que han trabajado juntos por largos periodos y perciben una amenaza a su rendimiento la incorporación de un nuevo miembro. Los procesos de inserción y adaptación son fundamentales para mantener la dinámica y productividad de estas unidades; de igual manera es necesario generar procesos de rotación donde los roles de las personas cambien para fortalecer los procesos adaptativos asociados a la salida de uno de sus miembros.
Las situaciones de crisis son producto de eventos esporádicos o predecibles en el tiempo, un ambiente de pánico constante no debe asociarse con algunas profesiones o actividades que manejan a diario condiciones complejas, entre estos los departamentos de bomberos, socorristas o unidades de paramédicos. Cuando un entorno se convierte en un manejo de crisis recurrente, es necesario entender los motivos y efectuar un análisis de los eventos, con esta información es posible determinar si las causas son externas o internas a los equipos, generar planes de ayuda y en algunos casos generar un cambio en la dinámica. Los entornos de crisis constante generan tensión innecesaria y desmotivación en las personas, pérdida de miembros, incluyendo bajo rendimiento. Un gerente incapaz de apoyar su equipo promueve la discrepancia y crea entornos tóxicos para las personas, el apoyo de recursos humanos o gestión del cambio es fundamental para apoyar la desintoxicación, motivar las personas y construir entornos apropiados.
Grace Ferguson indica que sin motivación, las personas están limitadas para desempeñarse al tope de sus habilidades, un entorno que permite desarrollar abiertamente las capacidades de las personas es fundamental para mantener la motivación alta, creando cadenas de valor que generan atracción de talento y actitud positiva frente a las actividades del equipo. Un líder debe diferenciar las necesidades de cada persona y apoyar el fortalecimiento de puntos débiles que requieran atención, este comportamiento muestra interés por las personas crea entornos motivacionales para los miembros del equipo.
Un aspecto fundamental para alcanzar las metas es alinearlas de cierta manera con los objetivos organizacionales, una tarea conjunta donde las personas expresan sus intereses y crean un plan con su líder para alcanzarlos a corto, mediano y largo plazo; estas actividades deben presentar un seguimiento y ajuste acorde a las condiciones de trabajo y progreso de la persona.
Dickson Training y Development indica tres pasos clave para la motivación, encontrar que buscan los miembros del equipo, establecer como esta necesidad puede satisfacerse y seleccionar un premio adecuado.