El camino hacia la seguridad alimentaria y la paz en Bolívar, Cauca

Los colombianos podemos producir cantidades de alimentos orgánicos si estimulamos la agricultura y la ganadería para que la gente vuelva al campo como antes, practicando la siembra diversificada rentable y erradicando los monocultivos.

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Por: Augusto Bolívar Hoyos

espués de la tenencia de tierra, otra de los propósitos que actualmente tiene el campesinado colombiano es asegurar la permanencia de nuestras comunidades por medio de la soberanía alimentaria y la creación de proyectos productivos que nos permitan sostener a nuestras familias. Por esto, en la comunidad de Bolívar, Cauca, como campesinos, decidimos cambiar la mata verde por cultivos que dignifiquen nuestra labor y permitan romper con la cultura del narcotráfico y la violencia que afectan a la comunidad.

En vista del abandono de los campos por sus gentes, que debían salir para buscarse un mejor futuro, lejos de las muertes y los malos pagos al trabajo del campesino, 78 agricultores, impulsados no solo por las ganas de cambiar sino también por el consejo de las autoridades municipales, decidimos organizarnos y conformar la Asociación de Musáceas. En 2008, se decidió que el cultivo de plátano era la mejor opción, por eso se conformó esta asociación con su respectivo representante legal.

Socias del proyecto trabajando en la producción de alimentos. /Foto suministrada.
Los productores de plátano de Chalguayaco, con el delegado del Ministerio de Agricultura en el marco del proyecto de Alianzas Productivas. /Foto suministrada.

Pasaron dos administraciones para que el proyecto de la Asociación Musáceas de Bolívar Cauca tuviera un apoyo con capital semilla, porque los gobernantes municipales no le daban garantías de continuidad a los procesos productivos, ya que no se tiene la visión de apostar a los proyectos agropecuarios sostenibles y sustentables.

En el año 2021, con el proyecto Alianzas Productivas, los pequeños productores rurales obtuvimos las capacitaciones necesarias para fortalecer nuestra dinámica con el fin de volvernos rentables, sostenibles y competitivos. El proyecto está conformado por cuarenta asociados, ubicados en los corregimientos de Capellanías, Carbonera, Chalguayaco y San Lorenzo, donde a la fecha ya han iniciado el proceso de preparación del terreno para hacer siembra de colinos de plátano, implementando las buenas prácticas agrícolas BPA para obtener mayores resultados. De igual forma, se está trabajando el mercadeo local, participando en ferias agropecuarias y vendiendo plátano de calidad dentro de nuestro municipio, porque no solo basta con cultivar y cuidar la tierra, sino también con consumir lo nuestro antes que lo extranjero, así demostramos el orgullo que se debe tener por nuestro territorio y todo lo que nos brinda. 

Estas actividades de alianzas productivas entre los amantes del campo, que sueñan con trabajarlo, se deben implementar en todos los productos del agro. El compromiso y ayuda que requieren los campesinos no es entregando solo dinero sino, aportando los insumos para estas labores con la debida orientación técnica, lo que hace que estos proyectos puedan seguir creciendo con el tiempo y dar verdaderos resultados transformadores. De igual forma, las entidades bancarias deben tener líneas de crédito de fácil acceso para fomentar el crecimiento de los emprendimientos, y que estos puedan contribuir al desarrollo local, regional y nacional.

Los colombianos podemos producir cantidades de alimentos orgánicos si estimulamos la agricultura y la ganadería para que la gente vuelva al campo como antes, practicando la siembra diversificada rentable y erradicando los monocultivos, que a largo plazo dañan la tierra y nos quitan la posibilidad de alimentarnos, haciéndonos depender de lo que se produce afuera. Ya hemos aprendido que lo ilícito solo trae violencia, por eso ahora estamos creyendo que con amor al trabajo y al agro, la vida cambia y ese es el cambio que estamos construyendo en Bolívar, una tierra fértil de paz.

Aunque nuestra siembra está a poco de dar cosecha y estamos transformando nuestra comunidad, seguimos sin posibilidades de hacer crecer nuestros emprendimientos por la falta de vías terciarias que permitan la movilidad de nuestros productos en todo el municipio y sus alrededores, porque de nada nos sirve trabajar en ampliar nuestra producción si no contamos con los medios para vender, como es el caso de la zona productora de Capellanías en donde hace falta una buena vía que nos comunique con el municipio de Mercaderes y la Panamericana. Como campesinos queremos seguir sembrando la paz en los territorios, pero sin la ayuda del Estado y la conciencia de la gente de elegir los productos locales, es imposible.

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