Por: Jesús Alberto Aguilar Guerrero.
Nuestros lideres políticos y comunitarios ojalá emprendieran acciones de interés social con la única finalidad de obtener una Colombia educada, siguiendo el ejemplo de la Acción Cultural Popular, que sentó un precedente en la historia y que ha sido tomado como ejemplo en otros países.
Todo comenzó cuando el 31 de mayo de 1947, se ordena el sacerdote José Joaquín Salcedo Guarín, destinado a la parroquia de Sutatenza en el departamento de Boyacá, en donde logró dar inicio a una rudimentaria emisora con el fin de llevar al campesino esparcimiento, emitiendo sus primeros programas de música y doctrina cristiana, complementando las transmisiones con orientaciones educativas, fue así como nacieron las escuelas radiofónicas, considerado como el tesoro de Acción Cultural Popular, obra creada y dirigida con excelente sabiduría por el clérigo.
Los programas que salieron al aire sirvieron para mejorar la vida del campesino en cinco frentes; salud, alfabeto, numero, economía, trabajo y espiritualidad, a través de la radio; fue ahí que nació RADIO SUTATENZA, considerada como una de las mas grandes e influyentes emisoras de nuestro país.
La educación radiofónica contribuyo en gran parte en la dignificación de la vida de los habitantes del campo, sin apartarlo de su parcela, aumentando sus conocimientos de agricultura y ganadería, propiciando una educación integral por profesionales idóneos. Este proyecto fue creciendo, hasta el punto de extenderse a otros medios masivos de comunicación social, excepto la televisión; fue cuando a partir del mes del 29 de junio de 1958 se editó el primer periódico semanal EL CAMPESINO; manteniéndose siempre fiel en sus objetivos, transformando únicamente las metodologías y medios de intervención de acuerdo a los tiempos, a las necesidades del país y del campesino; como reseña podemos aportar que este modelo fue implementado en 24 países y sus métodos y principios ayudaron a gestar las mas grandes reformas educativas de la segunda mitad del siglo XX.
La ACPO, a través de radio sutatenza, generó un millón y medio de horas de emisión de programas culturales y educativos, editando cerca de 7 millones de cartillas, 5 millones de libros y 76 millones de ejemplares de su periódico El Campesino, de acciones formativas y sus iniciativas de desarrollo social se han beneficiado más de 4 millones de campesinos, llegando a más de 1000 municipios de la geografía colombiana.
Así se logro cumplir con las exigencias del mundo contemporáneo, siguiendo fiel a su filosofía para llegar a quienes más lo necesitan, promoviendo siempre la inclusión social, cultural, productiva y digital del pueblo colombiano mediante proyectos que incorporan nuevas tecnologías de la información y la comunicación; este programa recibió la Cruz de Plata de la Orden de Boyacá y el Premio UNESCO de la comunicación rural, como renacimiento a su compromiso con el campesinado colombiano.
Podemos decir que la Acción Cultural Popular (ACPO), es una organización que tiene la finalidad de incentivar procesos de educación entre los campesinos adultos colombianos, complementando los mensajes y las clases, con el periódico, que traía láminas, separatas y cartillas, además de los principios cristianos, de acuerdo con las diversas condiciones, para despertar el espíritu de reflexión e iniciativa que los motive a seguir con su propio esfuerzo en el trabajo del desarrollo personal y comunitario.
Ojalá se obtengan mejores programas enfocados a campesinos, indígenas, afros y mestizos, solo así podremos vivir sabroso y mejor.