Playboy

Columna de opinión

Por Gustavo Adolfo Constaín Ruales – 

Cuando eres joven quieres tener dinero, estar rodeado de chicas, andar en carros lujosos, y ser famoso y adinerado, pero sobre todo quieres estar contra el sistema; bueno, esa forma de vida la han representado muchos hombres, pero quien mejor la personificó fue el Gran Dandy, el último hombre que inspiró toda una forma de vida, creando una palabra nueva para el universo: “Playboy”, el famoso Hef. Su nombre era Hugh Marston Hefner, el símbolo del conejito que pasaría a la historia.

Los hechos son ya famosos: Para la primera edición de “Playboy” en 1953, Hef había comprado una foto de la diosa Marilyn Monroe desnuda, antes de que fuera famosa, y resultó ser un éxito total. En esta edición proclamó su filosofía, muy liberal para la época puritana del momento, y comenzó a erigir un imperio que llegó a tener clubes nocturnos -22 en todo el mundo-, incluido un avión privado, y productos como perfumes, desodorantes, ropa y joyería. Todavía se venden algunos productos en su página web. En su revista, Hef combinaba de todo un poco: salían desnudas las mujeres más bellas de la época, famosas o no; era un porno light. Para una mujer famosa, hasta hoy en día, si no sale en “Playboy”, nadie la conoce. Se publicaban artículos de los más variados escritores que luchaban por las libertades, no sólo sexuales, sino que también incluía un periodismo serio, y buena literatura: las mejores plumas de los Estados Unidos y del mundo publicaron allí. En general, aparecer en algún número de la revista significaba ser cool, un estilo de vida.

En la mansión Playboy había fiestas que terminaban en orgías; las famosas “bunnys” –chicas disfrazadas de conejitas-, las amenizaban. Asidua era la meca del cine de Hollywood, músicos, gente rica y famosa. Los políticos tradicionales americanos, ultraconservadores, cristianos fundamentalistas, lo odiaban. Su sueño era asistir a las bacanales, pero no podían pues debían mantener las apariencias, aunque en su doble moral sí que lo hacían, sólo que en otros lugares menos expuestos.  

Hef, en su revista, defendió las libertades de las personas, luchó por la igualdad racial, por los derechos de la comunidad gay, apoyó al gran líder Martin Luther King, estuvo contra la guerra de Vietnam y apoyó el derecho al aborto.

Publicaron en Playboy grandes escritores, y los artículos se sacaban por episodios en las revistas. Entre otros y mis favoritos tenemos a: Margaret Atwood, un ícono feminista. Ian Fleming, el creador de James Bond. Ray Bradbury, el padre de la obra clásica “Farenheit 451”. Vladimir Nabokov con su obra “Lolita”. Arthur C. Clarke con la obra magistral “2001: Odisea del espacio”. Gabriel García Márquez público su cuento “El ahogado más hermoso del mundo” en 1968. Jorge Luis Borges, en mayo de 1977, publicó su cuento “El otro”.

En sus páginas entrevistó a personajes como el gran dictador y sacerdote “de mano izquierda” Fidel Castro, al gran hombre Malcom X y a Truman Capote, entre otros.

Cuando Playboy entró al negocio de los reality shows, Hefner andaba con sus nuevas tres novias; al separarse de ellas, algunas denunciaron abusos que sufrieron cuando estuvieron en la mansión: Hefner lo negó todo, y la mayoría de sus novias, ex esposas y empleados, lo defendieron; no se pudo probar nada pero, al final, el gran Playboy se metió con las chicas equivocadas.

Cuando el imperio se venía abajo su hija lo recuperó, ingresando al mundo de la web y la tv con canal propio; hoy en día existe “Playboy”, la marca y su página web.

En un mundo en el que cada día la libertad es restringida y nos quieren volver a todos iguales a la fuerza, se necesitan más personas como Hef que apoyen las libertades, la igualdad racial, la buena escritura y una forma de vida especial.

La bata de seda roja, la pipa y el sombrero de Capitán de barco pasarán a la historia.

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