NO IMPORTA

 

Por: Rodrigo Valencia

 

 

 

Nosotros, ya declinando la edad, en el alero que desafía el equilibrio, vamos por el camino pedregoso que deshojó el viento.

Y vamos llegando… nos acercamos a la fonda cuyo umbral es el misterio…

Mas no importa; allá dejaremos el sayal cosido de deseos y sueños, de tristezas y simulaciones, de alegrías ensayadas hasta el filo de la noche… de aquello que queríamos y muchas veces nos mostró su esquina en claroscuros, o nos lo negó ese dios tan inclemente y severo, el destino, cuya mano indica, obliga y no perdona.

Dibujo: RVQ

No importa; pasaremos el puente con la certeza de haber pagado el pasaje, la estadía por estaciones de invierno y de verano, y el sol habrá visto crecer en nuestro rostro las arrugas que marcan las arenas en la piel, con primaveras de bella luz y otoños de tantas dudas…

No importa si allá nos espera Sulamita, la de ojos mistéricos, grandes, profundos, desafiantes y distantes como de aquí al cielo.

Y no importa si no nos espera, porque entonces habremos encontrado la nada, y en la nada, nada somos.

Y si acaso has visto a Sulamita, la de ojos como de embrujo y ensortijados cabellos del arcano, quizás te equivocas; era sólo un sueño, un sutil embrujo de la mirada perdida entre laberintos engañosos. Porque el misterio engaña, alucina y oscurece con la fantasía, a veces tan deliciosa como el más provocador recodo del insomnio.

Mas no importa, te lo digo. Sigue con mirada serena y no esperes nada. Sigue con mirada atenta y no procures nada. Sigue con firmeza el velorio de las realidades, los cantos del ocaso, la luz que se apaga en la bruma y la distancia… donde tal vez ni el eco de tu propia voz exista…

No importa… Sí, te lo digo, no importa; porque, quizás, tú volverás a la matriz informe del eterno sueño que no regresa nunca.

**RVQ ****

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