Maupassant, genio y loco

Me atraen los locos. Esas gentes viven en un país misterioso de sueños extraños, en esa nube impenetrable de la demencia donde todo lo que han visto en la tierra, todo lo que han amado, todo lo que han hecho, empieza de nuevo para ellos en una existencia imaginada al margen de todas las leyes que gobiernan las cosas y rigen el pensamiento humano.

Maupassant

Por: Elkin Quintero

Desde tiempos sin data se considera que el genio representa el desarrollo pleno de las capacidades humanas y este siempre estará ligado a un carácter de superioridad y excelencia. De acuerdo con el folklore popular, un genio es resultado de un proceso que tiene raíces desde el romanticismo y que se ha conservado hasta la actualidad gracias al furor religioso, al don poético, dramático y narrativo.

No obstante, no se considera genio solo a quien haga poesía, también a quien incursione en otras artes; es por esto que existe una inevitable asociación entre creatividad y genialidad. Esta inexplicable alquimia permite desarrollarse en muchos ámbitos, sin embargo, la magistralidad de Maupassant le permite un especial brillo de genialidad y locura.

Guy de Maupassant (1850-1893), es uno de los más valiosos cuentistas de la literatura universal. Proveniente de una familia de la aristocracia de la región de Normandía en Francia, vivió apenas 43 años, pero su legado literario adorna inumerables bibliotecas alrededor del mundo.

Con el apoyo de Gustave Flaubert, en 1880 inicia una carrera literaria tras la publicación del cuento Bola de sebo, con este texto la fama no tardaría en llegar. Con el tiempo su nombre se agiganta y es considerado uno de los pocos escritores franceses que hizo fortuna con sus obras y logró precozmente reconocimiento fuera de su país; en Rusia, León Tolstoi e Iván Turgueniev valoraron mucho sus escritos.

Hombre de una narrativa limpia y llena de detalles. Sin pretensiones científicas carga su literatura de imágenes y figuras narrativas de extremo interés para la psiquiatría y la neurología. En sus cuentos ¿Quién sabe?, El Doctor Heraclius Gloss, y en El Horla, se evidencia este aporte.

En este sentido, la fascinación de Maupassant por lo desconocido y por la locura quedaron reflejados en muchas de sus obras. Parece que existe una extraña atracción por traspasar los límites de la razón y para ello, origina una rara presencia de locura, la cual el lector visualiza. Guy, le confiere una suerte de supremacía que permite alejarse del resto de los mortales y que, a la vez asomarse a bellos y bizarros escenarios. El lector quedará fascinado por los fenómenos que narra, de no ser así, resultarían ajenos o distantes y su obra sería una más que duerme el sueño de los justos.

En contexto, varios de sus relatos nos atrapan y llevan al mundo de las perturbaciones mentales. El poder de su pluma nos sorprendente al crear descripciones exactas sobre las vivencias de la locura; tenía un conocimiento personal de la patología porque debió internar a su propio hermano afectado por un cuadro psicótico. Más tarde, su conocimiento se haría más directo al experimentar él mismo síntomas somáticos y mentales. Estas experiencias cercanas con la locura le permitieron construir en sus personajes pseudo personalizaciones y fenómenos psicóticos. Para ahondar en este fascinante escenario, los invito a leer su célebre cuento El Horla, el cual ha sido considerado uno de los mejores relatos de todos los tiempos. En este relato, el protagonista es sobresaltado en las noches por un extraño ser invisible que llega a perturbarlo, experiencia que lo conduce lentamente a la locura. Una verdadera muestra de maestría leer párrafo tras párrafo como la angustia que se va apoderando de un hombre que ve cómo ese algo o alguien se apropia de su vida. Para dimensionar su impacto, Lovecraft, creador del terror onírico, reconoció una fuerte influencia de este relato para realizar su obra maestra Los mitos de Cthulhu.

Las ideas geniales y los impulsos de los locos son tan espontáneos, así como involuntarios, que surgen de golpe. En Maupassant se evidencia que los más importantes conceptos de los pensadores estallan de golpe o se desarrollan por cerebración inconsciente, al igual que los actos impulsivos de quien padece mentalmente; pero no solo esto los une, en muchos casos se dice que tanto el genio como el loco mantienen una relación fría con los otros y por voluntad propia se alejan de los afectos y las convicciones sociales.

En este sentido, Maupassant tiene una vida de altas y bajas pasiones, no logró una relación estable con ninguna mujer, sin embargo, desarrolló un excesivo apego por su madre, quien lo encaminó al universo de los libros. La temprana separación de sus padres, el escaso contacto con su padre a quién casi no conoció, y la relación de dependencia con su madre, son factores que influyeron en su especial conducta con las mujeres. No obstante, es paradójico que, en su obra, las prostitutas encarnen los valores morales que necesita la sociedad, mientras las otras mujeres sean el ejemplo vivo de hipocresía y traición.

En esta ocasión, quiero clarificar que Maupassant en 1891, tiene claros síntomas de neurolúes[1] producto de una vida desenfrenada. A partir de ese año, son cada vez más frecuentes los episodios de locura. Debemos sumar sus dos intentos de suicidio, con una pistola primero y luego con un estilete con el que intenta cortarse el cuello. En 1892 lo internan en el sanatorio del Dr. Blanche, en París, pero continúan sus delirios místicos y de mitomanía. En 1893, muere. Sin embargo, su nombre es ETERNO por legar una obra literaria extraordinaria y un mundo psíquico fascinante.

Finalizo haciendo eco a Joseph Conrad cuando expreso que Maupassant debe ser llamado el maestro de la palabra precisa, porque nunca fue un mero tratante de palabras. Concuerdo con tan excelsa aseveración.

  1. Alteración del sistema nervioso central y periférico, secundario a la sífilis o lúes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.