CAYO BETANCOURT
Formar equipos eficientes tiene diferentes retos, desde la cohesión perfecta de sus miembros y su retención hasta el manejo general para llevarlos a otro nivel; un reto para los gerentes es mantener un balance entre las necesidades del equipo, su carga de trabajo y los procesos de aprendizaje, cuando se consigue un balance en los tres factores mencionados anteriormente se considera que un gerente ha evolucionado hasta convertirse en un líder.
Es fundamental asociar la palabra líder a las capacidades y acciones de las personas, mas no a la denominación del cargo que cumplen en un momento determinado en la empresa, organización o en la carrera profesional. Es común encontrar gerentes e incluso directivos que no han logrado alcanzar estas capacidades aún después de dos o más décadas de práctica laboral o profesional. Es posible liderar desde una posición sin personas a cargo, e inclusive desde el exterior de las organizaciones, es fundamental tener un propósito para liderar equipos y trabajar en conjunto, apoyando su desarrollo, lo que permite que se incremente la eficiencia.
Existe un error común cuando se confunde liderazgo con maltrato, la explosividad o pérdida del autocontrol, práctica que se puede convertir en un evento recurrente y generar aceptación por parte de los empleados abusados; desafortunadamente, este tipo de conductas son replicables a futuro y los gerentes abusadores usualmente vienen de entornos donde fueron abusados en el pasado. Existe un peligro inherente frente a estas conductas, especialmente cuando se presentan con miembros de organizaciones externas, clientes, proveedores o aliados, los cuales pueden sufrir conductas de abuso que afectan las relaciones comerciales y afectar negativamente la percepción de la cultura organizacional.
Un líder es capaz de comunicar sus ideas antes de imponerlas, sabe callar y escuchar a su interlocutor, respeta el hilo de la conversación y no presenta conductas de poder durante las discusiones. Este aspecto es fundamental para manejar equipos y proveer guías intangibles sobre conductas y comportamientos frente a situaciones adversas.
Un líder exitoso conoce sus límites, trabaja continuamente en el mejoramiento de sus capacidades y evita repetir errores del pasado. La responsabilidad frente a su equipo lo lleva a manejar las situaciones adversas con positivismo y mantiene altos estándares éticos, con un fuerte compromiso social y profesional. El deber con su equipo lleva a los verdaderos líderes a un liderazgo de servicio hacia su equipo, son capaces de priorizar las necesidades de cada uno de los miembros, apoyándolos y generando un sentido de pertenencia y compromiso con el deber inherente a sus capacidades; mas no impuesto por la obligación y la búsqueda de un protagonismo que lo lleve a otro cargo pasando por encima de las personas que maneja.
Brian Tait indica que el liderazgo de servicio asegura que los miembros de su equipo crezcan en todas las áreas, esto no implica perder el foco de sus obligaciones laborales; por el contrario, apoyando el desarrollo de su equipo enfoca los esfuerzos hacia un cumplimiento de metas y compromisos con mayor calidad y eficiencia. Pensar en sus empleados no implica solamente remuneración, es un concepto que se extiende hasta el plano social y personal, permitiendo un equilibrio entre el trabajo, la familia y la salud del empleado; generando espacios personales que incrementan el bienestar y se reflejan en satisfacción personal y compromiso con las actividades propias del cargo.
Los grandes líderes son respetados por los miembros de su equipo, saben que cuentan con personas cuyas capacidades son extraordinarias y están buscando mejorar las capacidades constantemente sin explotar a las personas.
Cuando los empleados confían en sus líderes y sienten su contribución en la toma de las decisiones, se forman organizaciones menos jerárquicas y más eficientes, este tipo de organizaciones permiten cambios rápidos por el bien de la estrategia de la compañía y cuidando el bienestar de los empleados. La rotación se presenta de manera voluntaria y en algunos casos apoyada por los líderes quienes impulsan la carrera profesional de los miembros a través de la rotación o incorporación en otras empresas.