WALTER ALDANA Q.
Dicen que en el vocabulario por uno utilizado se explicita el tipo de sociedad que se quiere construir.
Es por lo anterior que llama la atención expresiones no incluyentes, estigmatizadoras e incluso que desconocen el valor del otro, en el marco de las campañas electorales.
Coherencia: entendida esta como consecuencia entre las ideas y las acciones, aplicable en quienes comparten los preceptos de un partido o movimiento, exigida no a partir de principios básicos (o mínimos base del acuerdo), sino en búsqueda de asemejar, o igualar posturas políticas.
Alianzas: hay quienes pretenden que se hagan de manera vergonzante, parten de la clasificación judeo cristiana de buenos y malos, “nosotros” los puros vs los aliados los contaminados, los oportunistas, los acomodados, los que se juegan en sus intereses personales y de grupo.
Anticorrupción: es el mejor ejemplo del desgaste de una bandera que por ser el centro discursivo alternativo, pasó a ser aceptado consciente o inconscientemente, por ejemplo: (aprobación de la reforma tributaria 2021), ministra que pierde 70 mil millones y es nombrada alcaldesa ad-hoc de Sincelejo, etc.
Frente al mal uso de las palabras coherencia, alianza, anticorrupción, es necesario reivindicar expresiones tales como:
Conciencia colectiva: apuesta comunitaria, general y no individual, con programas concertados Y estructuras organizativas que lo respaldan.
Cambio: se refiere a las acciones enmarcadas en las banderas (exigibilidad de derechos) con los cuales se pretende cautivar al elector, en la medida que este se sienta interpretado en su pensar y querer.
Programa: determina los aspectos del que hacer, temas a ser visibilizados y gestionados desde los espacios que se ocupen de elección popular.
Representación: cada actor político de una campaña desempeña un papel sin el cual no funciona el todo, es un piñón que hace que funcione la máquina de lo electoral, es lo que permite que una campaña sea la sumatoria de esfuerzos empoderados todos en la distribución social del trabajo.
Por ello y para cambiar a Colombia, bienvenidas y bienvenidos, participantes, de los más diversos colores a construir un lenguaje, una forma de expresarnos desde la diferencia; tal como fue el sueño de Galán el comunero, de Policarpa Salavarrieta, María Cano, Gaitán, Jaime Garzón, Camilo Torres, Serpa, Bateman, etc.