QUEIPO F. TIMANÁ V.
Para quienes creen que el cambio que se está dando en la sociedad, es una simple llegada de unos equipos tecnológicos, será mejor que entiendan desde ya, que este cambio es hacia una vida inorgánica dirigida por la inteligencia artificial para lograr que el mundo y la sociedad se dividan en “colonias digitales”, cuyo objetivo principal es la información y su uso; es preciso entender que es un cambio de civilización y por ende de comunicación por cuanto en esta se espera y se propone una reacción del interlocutor.
Esta sociedad digital tiene implicaciones éticas y ontológicas, pues se avanza en el control del cerebro, la consciencia y la voluntad del ser humano, en donde los países desarrollados podrán usufructuar esta información, en desmedro de los menos desarrollados y esto acentuará la desigualdad social, económica y educativa de las sociedades menos avanzadas.
Para el caso colombiano, el laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana revela que en el año 2020, 22.000 niños colombianos dejaron de recibir educación preescolar y 74.000 menos que en el 2019 recibirán atención integral en el programa “de cero a siempre”; si aceptamos que la edad de 0 a 7 años, es la que requiere un mayor cuidado en alimentación, higiene, recreación y afecto para el desarrollo del cerebro, en el presente siglo la ciencia nos aporta con los hallazgos de lo que significa la plasticidad cerebral durante la infancia y es en estos 7 primeros años que se crea una brecha entre quienes reciben educación inicial y los que no la pueden recibir, la discriminación que se establece es imperdonable, se le imposibilita a ese niño o niña construir su capital simbólico, que luego es muy difícil de subsanar, cuando no se ofrece oportunamente.
Esta nueva sociedad digital nos presenta también nuevas realidades, como aquella de que ya no existen “trabajos para toda la vida”, pues las demandas laborales se renovaran cada 10 años dados los vertiginosos cambios tecnológicos.
Aparece un nuevo término “reentrenamiento”, pero las posibilidades de este favorecen a los países ricos, lo cual condenará a un nuevo sector que se quedará desempleado por cuanto las posibilidades de ocuparse por la obsolescencia de sus conocimientos y habilidades serán nulas.
Ha llegado la hora para que el ministerio de educación y las secretarías de educación departamentales y municipales, contribuyan para repensar seriamente toda la educación del país, como lo expresó anticipadamente la misión de sabios del año 2019; esto debe abarcar la educación inicial, la básica primaria, la secundaria, la media, la técnica y tecnológica incluidas las que sirven las instituciones de educación superior y la universidad.
Se requiere que los organismos internacionales como las Naciones Unidas, la UNESCO, propongan acciones del sistema multilateral actual para que la humanidad tenga una sociedad justa, educada y pueda disfrutar de un bienestar integral en un mañana.