La historia del cine en Bolívar, Cauca, comienza en 1920 (I)

La novedad llamó a todo el pueblo que se acomodaron en el patio de la Casa Municipal para presenciar las primeras películas.

POR EFRAÍN PIAMBA GÓMEZ

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La Casa Municipal de Bolívar en 1930, se adaptó para presentar cine mudo. / Foto cortesía
Efraín Daza Garcés – El Nuevo Liberal.

A finales de los años veinte del siglo pasado, el señor Rafael Villota Chávez, oriundo de Pasto, llegó a lomo de mula a Bolívar por el camino Pasto – San Pablo. El objetivo del nariñense era promover el cine mudo itinerante; este hecho causó sensación y los curiosos se acomodaron en el patio de la Casa Municipal para presenciar las primeras películas, entre las que se recuerda: ‘Las Niñas de París’ y ‘María’, la primera película colombiana basada en la novela de Jorge Isaacs, producida en 1922.

Primera empresa bolivarense de cine mudo

A mediados de la década de los años treinta se conforma en Bolívar una empresa de cine; la sociedad la integraban Rafael Zúñiga, Luis Modesto Cajas, Julio Rómulo Delgado y Gonzalo Chicaíza. Con un capital aproximado de mil pesos, adquieren un motor a gasolina y una máquina de proyección de cine mudo de 35 mm. La compañía no tuvo éxito, razón por la cual los equipos fueron vendidos en 1.935 al señor Roque Castro Burbano.

Don Roque Castro contrata al señor Alejandro Bermeo Meneses y viajan a Cali2 para capacitarse en el Taller Bellage, propiedad de técnicos alemanes. Durante dos meses, aprenden lo relacionado con el armado y operación de la máquina de 35 mm con la cual se proyectaba el cine mudo.

Don Roque consigue la Casa de Gobierno Municipal y en sus interiores, la habilita como sala de cine en los fines de semana. La primera proyección generó mucha expectativa por la “publicidad” utilizada: el empresario Castro impecablemente vestido, montado en un hermoso caballo, en cada esquina de las empinadas calles de Bolívar hacía publicidad al evento a viva voz, acompañado de un grupo de música de cuerda y de Tito Burbano, personaje muy popular en aquella época. La entrada tenía un costo de 5 centavos para niños y de 10 centavos los adultos. La animación musical previa a la función se hacía con una vitrola RCA VICTOR.

La función iniciaba a las 8:00 pm. Aparecía en pantalla la imagen ampliada de don Roque y familia, despertando la alegría del público que lo ovacionaban con tremendos aplausos; no era justamente la película, eran diapositivas en blanco y negro que en aquella época se copiaban sobre vidrio. La primera película muda que se proyectó fue “La quimera del oro” del productor inglés Charles Chaplin, llamado por los bolivarenses “Carlitos”. Este acontecimiento marca el inicio de la historia del cine en Bolívar. Otras películas del cine mudo que se recuerdan son: “Volando en silencio” y “Naná” basadaen la obra homónima de Emilio Zola. El señor Castro vendió el proyector de 35mm y el motor a gasolina a don AlejandroBermeo, quien continuó proyectando películas mudas por algún tiempo.

La parroquia y el cine sonoro

Al iniciarse la década de los cuarenta se acondiciona la Casa cural como sala de cine. El Pbro. Clemente Vidal Hoyos, compra un proyector de 16 mm con sonido. La era de los cuarenta, es punto de partida del cine sonoro en Bolívar. En esta etapa, los cinéfilos bolivarenses se divierten con los melodramas mexicanos y se familiarizan con artistas como: Libertad Lamarque, Sara García, Pedro Infante, Jorge Negrete, Lorenzo Barcelata, Cantinflas, entre otros. Una Película que causó sensación en aquella época fue el drama rural mexicano “La perla” dirigido por Emilio “indio” Fernández. Luego llegarían películas de aventuras, de lucha libre, cómicas (los tres chiflados, Tintán) y las inolvidables series de Tarzán.

El espacio acondicionado como sala de cine se denominó ‘Teatro Alaska’; los espectadores llevaban bancas o sillas desde sus casas. Los boletos se conseguían a 20 centavos para niños y 50 centavos para adultos. Una buena taquilla dejaba como recaudo $ 70 a $ 100 por función. Entre las primeras taquilleras se recuerdan a las damas Lía y Rosalía Bermeo, Dina Pabón y Clemencia Quintero.

La película debía estar el jueves para la revisión del párroco; toda escena indecente para la época como un descote, una falda corta, un beso prolongado, se consideraba censurable y pasaba por las tijeras del padre Vidal. Cumplida esta fase, las funciones se realizaban los días viernes, sábados y domingos en horas de la noche.

Construcción del teatro Vallecilla

A mediados de los años cuarenta del siglo pasado, bajo la dirección del párroco Clemente Vidal y un ingeniero de apellido Montaño, se construye el Teatro Vallecilla.

El teatro, sin lujos arquitectónicos, construido con una mezcla de ladrillo, bahareque y palcos de madera, disponía de platea (parte baja, sin desnivel), hall, dos palcos, sala de proyección, sanitarios para damas y caballeros, taquilla y el escenario para el desarrollo de actividades artísticas. El aforo del teatro era aproximado a 500 personas sentadas en bancas de madera. La administración de esta sala durante muchos años estuvo a cargo del señor Luis Cajas Navia y Señora, Dina Pabón.

Los maquinistas, además de don Alejandro Bermeo, fueron los señores José Ignacio Zúñiga, Carlos López ‘Mono primavera’, Luis Cajas y Armando Gómez Pino. Se recuerda en la portería a los señores Manuel Ruiz, Rafael Cajas, Rafael Molano, ‘El Mono’ Carlos López, Constantino Dorado Gómez y familiares de los diferentes administradores.

Merecen especial reconocimiento los pregoneros que, utilizando una bocina multicolor, de hojalata, anunciaban las películas y sus actores; se destacaron: Mario Galíndez (antes de sus inconvenientes de voz), Ernesto Muñoz “Balto”, Luis Guerrero, Gerardo Daza “Pikitos”. Al promediar los 60, la parroquia adquirió un pequeño megáfono que funcionaba con pilas, destacándose como anunciador Joaquín Eugenio Castro Gómez.