EDWIN DARÍO LIS HERRERA
La gente está despertando y no es para menos. Son más de 200 años de sometimiento, injusticia, atropello, saqueo al erario público, muerte, desapariciones, éxodos masivos, torturas, aniquilamiento de líderes sociales, ambientales, población Lgbt, animalistas. ¡Basta ya!
Todo ello, se ha acelerado durante los últimos 20 años, época de gobiernos centrados en el miedo, la zozobra, el asesinato, la corrupción y la desaparición de líderes sociales. Se resalta el gobierno de Juan Manuel Santos, quien firmó la paz con las Farc, mientras que el actual no ha cesado en la búsqueda de hacerla trizas.
¿Y cómo no estar en estado de inconformidad cuando nos lanzaron literalmente a la calle a todos los emprendedores del país y del Cauca? Prometieron que se entregarían créditos a bajos costos para reactivar la economía y no fue cierto. Todos aquellos tenderos, dueños de pequeñas y medianas iniciativas en el momento de ir a solicitarlos, fueron más las trabas y la colocación de bienes inmuebles en garantía de lo que se estaba solicitando, por lo que al final no pudieron acceder. Total, una verdadera mamadera de gallo.
De otro lado, nos encontramos con el nefasto proyecto de reforma tributaria y la reforma a la salud, donde tener una patología, no será cubierta y tocará pagar una póliza de seguro y dejar una garantía real que cubra todo el procedimiento médico para poder atender a la gente.
Un ejemplo de este gran negocio, tomando como referencia datos del 2020, en relación con el grupo de Luis Carlos Sarmiento Angulo, quien goza de una fortuna de más de US $ 9.000 millones de dólares, considerado el mayor rico del país, será a su grupo, donde llegaran parte de los recursos por administración de la reforma tributaria y la salud.
Paralelamente, tenemos al Grupo Empresarial Antioqueño, que obtuvo ganancias de 2.6 billones de pesos; el Grupo Bolívar, que maneja el banco Davivienda, con utilidades de 1 billón de pesos; Colpatria y el Grupo Gilinsky, con su Banco GNS Sudameris, donde el año pasado se ubicó dentro del sector bancario en el quinto lugar. Total, la banca obtuvo más de 14 billones de pesos en utilidades y a estas no se las graba adecuadamente.
Los recursos que se pagan y recaudan por impuestos van a la banca privada y estos los mantienen por un tiempo, los administran, los colocan vía crédito, los mueven en los mercados bursátiles y luego se los entregan al gobierno nacional de turno para pago de deuda externa, mantenimiento del aparato burocrático y la ejecución de programas, cuando ellos, le han sacado todo el jugo posible.
Lo que hay que hacer es combatir la corrupción y los horrendos gastos que ha realizado el ejecutivo en la mayor de la crisis de salud en Colombia. ¿Para qué carros con blindaje, el helicóptero presidencial y los aviones de guerra, comprados por el presidente Duque? Solo en aviones se irán $14 billones, que servirán para darle renta básica a 9 millones de colombianos que hoy no han podido palear el hambre y darles inclusive educación gratuita a 8 millones de estudiantes durante 5 años. Adicionalmente, se compraron en el 2020, 23 camionetas para su esquema de seguridad por valor de $ 9.600 millones y 12 tanquetas, por valor de $ 12.000 millones; todo ello, en plena pandemia.
Esperemos a ver con que nuevas nos sale Iván Duque y a quien le va a buscar camorra para colocarnos cortinas de humo y distraer a la opinión nacional. Estrategias que perfectamente las trabaja su mentor, Álvaro Uribe Vélez. Por esto, la movilización y la protesta pacífica, deben darse y convertirse en ese gran colorido de expresiones artísticas, culturales, de manejo de redes sociales en solidaridad con el paro nacional, alzando las voces de descontento contra estos gobiernos corruptos e infames. Aquí no debe haber provocación y no debe dejarse caer en la anarquía; los bienes públicos y privados, se deben respetar y proteger, para irnos hacia un cambio real y palpable que nuestras generaciones esperan. No demos papaya y no nos dejemos provocar. Actuemos con inteligencia.