JORGE ELIÉCER ORTIZ FERNÁNDEZ
Pasaba por el concejo municipal de Popayán, y me llamo poderosamente la atención, respecto al orden del día propuesto, que incluía entre otros, la reprogramación de los Carnavales de Pubenza, que, en tiempo normales, óigase y léase bien, en tiempos corrientes, se agendaban para la segunda semana del mes de enero.
Para el 2022, la administración municipal, efectivamente, tenía todo preparado, para que se desarrollara una programación donde el actor principal seria las entidades, que hoy día, tienen como su deber ser, el de trabajar por la cultura de las y los ciudadanos payaneses. Desafortunadamente, los coletazos del Covid 19, con sus variantes, echaron a perder los esfuerzos, que tanto presupuestal, como logístico y contractual, tenía la administración municipal, para que, propios y extraños, pasaran unos días integrados en escenarios lúdicos, capoteando los sinsabores generados por el largo tiempo, en que estuvimos encerados y las diferentes actividades en cese momentáneo, así fue, y ocurrió justamente, el tercer pico llamado Omicrón, conllevó, a que el Señor Alcalde, ante la arremetida del virus, previa evaluación de la situación con las autoridades de salud, tomara la decisión de suspender todas las actividades, que convocaran la presencia de multitudes de personas; hecho que se sucedió no solo en Popayán, sino, en la totalidad de la geografía colombiana. Lo que conocimos días posteriores, es que la autoridad municipal, tomo la decisión de suspender temporalmente los Carnavales, permitiendo su programación para los días 12 al 15 de mayo del 2022, para que se abra los telones, las comparsas, desfiles y tablados, en fin, para que los agentes culturales, difundan todo ese ingenio creador que tienen, y que en veces, no han sido sujeto del acompañamiento de las autoridades municipales y departamentales, contrario, a lo que viene sucediendo con la administración #YoCreoenPopayan, que en las primeras de cambio, demostró, no con discurso, y si con hechos, que una de sus prioridades sería la de crear la Secretaria de la Cultura, bastión importante, que ha venido dando la relevancia, que requiere la cultura como generador de conocimiento y arraigo patojo , que en las diversas campañas políticas, se convierten en el Caballo de Troya, para montar discursos, pero que a la hora de apoyar, se queda sin escenario. Y eso es precisamente lo que percibí en el concejo por parte de algunos corporados, unos exigiendo que se evidencie la relación directa con la ejecución de los carnavales con el dinamismo que toma la económica local, por favor, concejales, un poco más de sindéresis en sus debates, acaso, no se han dado la tarea de conversar con los hoteleros, con los restaurantes, con los promotores de cocinas ancestrales, con la micro economía de la calle, si se quiere, con la empresa de los Caucanos, la Licorera, con esa pequeña muestra, ustedes pueden obtener los beneficios que trae para estos sectores este tipo de actividades; y que me dicen, de los actores culturales. Escuche también, a uno de los concejales, por su “inmensa” preocupación, porque a “escasos” días de haberse realizado las festividades, se llevará a cabo la primera vuelta para la elección presidencial, vamos, concejal, cada día trae su afán, y seguramente, que su preocupación no alterara en nada los resultados que se pueden pronosticar en nuestro departamento.
Caucanos y colombianos, disfrutemos de estos espacios de esparcimiento, que ofrece la administración, para salir un poco del estrés que genero el mal de males y que sirva de acicate, para que ya sobrios, el 29 de mayo elijamos al nuevo presidente de los colombianos, motivados más por la razón que por el miedo.