#jorgeruizenelnuevoliberal El club de los idiomáticos y del rifirrafe

JORGE ALONSO RUIZ MORALES

@kemistrye

He notado varias tendencias en el escribir de las personas, tanto en los noticieros como en la cotidianidad. Por ejemplo los reporteros de los noticieros antes decían que agarraron al ladrón con las manos en la masa, luego por ahí yo leía que lo capturaban in-fraganti; ahora, si se fijan, en el 100% de los casos oirán que al ladrón lo capturaron “en flagrancia”. No tengo cómo comprobar esto, pero estoy seguro que al redactor o editor de la nota se le infla el pecho elaborando tal adecuación idiomática. Es decir, me lo imagino pensando y diciendo para sus adentros: “no digamos in-fraganti, suena más elegante decir en flagrancia”. Podría jurar que así es.

Y no lo digo yo, es una tendencia. También he visto que cuando hay un problema entre dos abogados, o entre dos políticos (tema de nunca acabar), el reportero muy seria narra que se produjo un rifirrafe; he oído esta palabra crecientemente durante los últimos meses. Imagino entonces al reportero diciendo “busquemos un sinónimo para problema, para meollo, escribamos rifirrafe”. También el ya trillado “ad-portas”, para denotar elegancia cuando ya estamos ante la inminencia de algo: estamos ad-portas de una subida en tasas de interés, por ejemplo. Lo oigo incluso en gente cercana, me dicen que estamos ad-portas de una recesión y cosas así. Si deciden dedicar media hora a ver un noticiero, bajo su propio riesgo eso sí, les puedo asegurar que saldrá alguno de estos tres términos anteriormente mencionados.

Así como hay términos que se usan mucho, hay otros términos que están en vía de extinción. La duda surgió porque una lectora me preguntó si la palabra “Estereofónico” aún existía. Me dio risa porque la palabra sigue existiendo, sino que ya no se usa, no es pertinente decirla. Antes existía la distinción entre sonido monofónico y estereofónico; monofónico es cuando todo suena por ambos lados del audífono y estereofónico es cuando el sonido es mejor repartido. Antes, como gran cosa algo era estereofónico; ahora todo lo es, ya no tiene ninguna gracia ser estereofónico.

Me acordé también del término multimedia. Antes era la locura que un computador fuera multimedia porque eso significaba que tenía tarjeta de video, que podía uno ver una película mientras se metía uno al tal Internet. Ahora todos deben ser multimedia, no hay forma de que no lo sean, así que el término ya no aplica. Muere el estereofónico pero pulula el rifirrafe y el ad-portas.

Mi mensaje es: no se compliquen con términos raros, no son necesarios. En verdad. Más bien lo más relevante es lo que decía un ilustre paciente de Popayán, recuerdo siempre esta anécdota. El señor oía mal por un oído, veía mal por un ojo, una pierna le dolía, le dolía al masticar por un lado. Mejor dicho, era multimedia.

Felices procesiones. Que haya mucha pasión y que no haya rifirrafes, pues. Abrazos.