Así lo aseguran comerciantes que laboran en inmediaciones del desmantelado centro comercial tras conocerse el trágico final de este habitante de calle que aspiraba llevarse un pedazo de una cercha.
Comerciantes y transeúntes del centro histórico de Popayán denunciaron que el indigente que cayó del techo del teatro del centro comercial Anarkos, prácticamente agonizó por varias horas sobre la tarima de este lugar.
“Las personas lo vieron que estaba cortando las cerchas desde la semana anterior al trágico hecho, luego lo dejaron de ver. Pasó un tiempo y el señor empezó quejarse durísimo desde el interior del lugar, pero como la gente pasa y no le da importancia, este permaneció así por varias horas”, indicaron comerciantes que laboran en inmediaciones de este desmantelado centro comercial.
Luego, cuando vieron que el habitante estaba en mal estado, algunos testigos procedieron a llamar a las líneas de emergencias, pero no obtuvieron respuesta, ni recibieron ayuda.
“El señor cayó aproximadamente a las 9:30 de la mañana, pero pocas personas le ayudaron porque no le importancia al hecho, después cuando alguien se acercó a donde estaba, fue que se empezó a pedir ayudar porque el indigente agonizaba sobre la tarima de teatro”, agregaron los testigos.
Después alertaron a la Policía por eso varios de sus integrantes arribaron al sitio y empezaron a solicitar ayuda a las ambulancias de la ciudad pero ninguna se ofreció a trasladar al aporreado habitante de calle.
“Las personas fueron hasta la sede de una de las empresas de paramédicos pero la respuesta es que sus vehículos médicos atendían otras emergencias, entre ellas un social, es decir que trasladaban a una persona que había sufrido un accidente casero y debía ser trasladado a un centro asistencial sin pagar por ello”, relató un socorrista de la ciudad que conoció de la emergencia que cobró la vida de este indigente.
Pasaron las horas y nadie se presentó para facilitar el traslado de este ciudadano a un centro asistencial. Luego, a raíz de los golpes que padeció al caer, falleció ya en las horas de la tarde.
Como bien denunciaron los testigos, las respuestas de las empresas de ambulancia era que se debía pagar por dicho servicio, pero nadie quiso aportar para cancelar dicho valor.
“A nosotros nos piden prestar el servicio de ambulancia en esta clase de emergencias, pero no recibimos ni para la gasolina, ese día no podía ayudar porque mis vehículos estaban ocupados, además ya había prestado un social, que fue el trasladado de un señor que cayó de un segundo piso en el barrio José María Obando”, manifestó una de las personas que lideran estas empresas privadas de paramédicos frente al caso.