El precio de la soberbia

HAROLD MOSQUERA RIVAS

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Cuando el Presidente Duque manifiesta que no vendrá al Cauca a entrevistarse y negociar con la minga indígena hasta tanto no hayan cesado las vías de hecho que se traducen en el bloqueo de las vías y al mismo tiempo los indígenas señalan que no desbloquean las vías hasta tanto no venga el Presidente, quedamos todos en medio de una encrucijada muy costosa, todo por imponer la soberbia por encima de la razón.

Los indígenas podían desbloquear las vías de manera transitoria para que el Presidente llegara a Popayán y posiblemente todo terminara en la firma de un acuerdo que más adelante les van a incumplir como ha ocurrido siempre.

Así mismo el Presidente podía habernos ahorrado todos estos días de dificultades si hubiese venido en las primeras de cambio y una vez en la mesa les hubiese solicitado a los indígenas despejar las vías. Ahora ha pasado demasiado tiempo y cada una de las partes asume una posición más radical, o viene el Presidente o despejan la vía.

El problema radica en que la soberbia se impuso sobre la razón. Ninguna de las partes quiere dar el brazo a torcer por el costo político que tendría tal decisión. Al Presidente la oposición y sus detractores le van a cobrar caro el que ceda en su postura, igual le cobran si no cede. En tanto que, a los indígenas, si desbloquean la vía sin hacer venir al Presidente primero, no solo les van a incumplir el nuevo acuerdo que firmen ahora, sino que en adelante no les van a creer cuando vuelvan a cerrar las vías. Algunos consideran que la solución para por buscar una opción intermedia, en la que ninguno tenga que ceder en su postura, por ejemplo que el Presidente se encuentre con los negociadores de la minga en una ciudad intermedia y allí acuerden levantar las vías de hecho y firmar el nuevo acuerdo. Pero ya las dos partes han manifestado que no aceptan esta propuesta.

Mientras tanto, los habitantes de Popayán seguimos asumiendo los costos de dos posturas que bien pudieron conciliarse hace rato. Mi preocupación va más allá de que el Presidente venga a Popayán o que los indígenas desbloqueen las vías primero, deberíamos tomar medidas para que esta vez lo que se firme se cumpla y de esa manera no tengamos que volver a esta historia que se repite todos los años, pues la mayoría ni siquiera conocemos los textos de tantos acuerdos que se han firmado e incumplido.

Creo que tenemos derecho al menos a exigir publicidad del contenido de los acuerdos para que participemos como garantes de su cumplimiento y de no ser así, todos tendremos la misma justificación para reclamarle al gobierno de turno que trate a las organizaciones sociales de Cauca, con la misma deferencia y consideración que tienen hoy con los hermanos inmigrantes de Venezuela y con otras regiones del país.