La violencia contra la mujer, como la ejercida por su pareja y la violencia sexual, constituye un grave problema de salud pública.
El 28 de mayo es el día internacional de acción por la salud de la mujer y Asmet salud EPS se une a esta fecha con el propósito de reafirmar el derecho que tienen las mujeres a una vida libre de violencias. La violencia contra la mujer -especialmente la ejercida por su pareja y la violencia sexual- constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos de las mujeres.
Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como «todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada». En este sentido se pueden identificar dos tipos de violencia contra la mujer:
- La violencia de parejase refiere a los comportamientos de la pareja o expareja que causan daño físico, sexual o psicológico, incluidas la agresión física, la coacción sexual, el maltrato psicológico y las conductas de control.
- La violencia sexuales «cualquier acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual u otro acto dirigido contra la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de su relación con la víctima, en cualquier ámbito. Comprende la violación, que se define como la penetración, mediante coerción física o de otra índole, de la vagina o el ano con el pene, otra parte del cuerpo o un objeto, el intento de violación, los tocamientos sexuales no deseados y otras formas de violencia sexual sin contacto».
La violencia provoca en las mujeres graves problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva a corto y largo plazo. También afectan a la salud y el bienestar de sus hijos. Este tipo de violencia genera un elevado costo social y económico para las mujeres, sus familias y la sociedad. La violencia puede:
- Tener consecuencias mortales, como el homicidio o el suicidio.
- Producir lesiones: el 42% de las mujeres víctimas de violencia de pareja refieren alguna lesión a consecuencia de dicha violencia
- Ocasionar embarazos no deseados, abortos provocados, problemas ginecológicos e infecciones de transmisión sexual, entre ellas la infección por el VIH.
- La violencia de pareja durante el embarazo está asociada con un aumento en la probabilidad de abortos involuntarios, muertes fetales, partos prematuros y bebés con bajo peso al nacer.
- Estas formas de violencia pueden ser causa de depresión, estrés postraumático y otros trastornos de ansiedad, insomnio, trastornos alimentarios e intentos de suicidio, las mujeres que han sufrido violencia de pareja tienen casi el doble de probabilidades de padecer depresión y problemas con la bebida.
- La violencia sexual, sobre todo en la infancia, también puede incrementar el consumo de tabaco y drogas, así como las prácticas sexuales de riesgo.
- En la gran mayoría de los casos, el estado emocional de las personas que han vivido algún tipo de maltrato o abuso, ya sea mental, físico o sexual, se afecta a tal punto que la víctima de estas situaciones puede llegar a experimentar algún trastorno o enfermedad mental. La víctima usualmente se sienta afligida, vulnerada y presenta una baja autoestima: por lo tanto, hablar abiertamente de su situación se les dificulta. Incluso, en algunas ocasiones, la persona puede sentirse avergonzada o manifestar ser culpable de su circunstancia producto del trauma psicológico.
Factores de riesgo asociados a uso de la violencia contra la mujer:
Los factores sociales y culturales tienen un papel fundamental en el desarrollo y el mantenimiento de los problemas de salud. Estos factores son:
- Atestiguar o experimentar abuso desde la infancia
- Abuso de sustancias (incluyendo alcohol), asociado a una mayor incidencia de la violencia
- Pertenencia a grupos marginados o excluidos.
- Limitadas oportunidades económicas son asociadas con la perpetuación de la violencia; y es un factor de riesgo para mujeres y niñas, de abuso doméstico, matrimonios forzados, matrimonios precoces, la explotación sexual y trata de personas.
- Conflicto y tensión dentro de una relación íntima de pareja o de matrimonio (relaciones sexuales sin consentimiento de la mujer, violencia física, económica o psicológica, por ejemplo).
- El acceso inseguro de las mujeres al control de derechos de propiedad y de tierras.
- Control masculino en la toma de decisiones y respecto a los bienes.
- Falta de espacios físicos o virtuales de encuentro que permitan su libre expresión y comunicación; un lugar para desarrollar amistades y redes sociales, vincularse a asesores y buscar consejos en un ambiente de apoyo.
- Uso generalizado de la violencia dentro de la familia o la sociedad para enfrentar los conflictos
- La minimización o la justificación del comportamiento del agresor por parte de la víctima.
Factores de Protección de la violencia de género:
Para poner fin a la violencia contra la mujer es importante conocer los factores de riesgo y actuar para prevenirlos. La prevención implica toda acción que impida la aparición del problema de la violencia contra la mujer y la disminución de consecuencias negativas. Prevenir supone reducir los factores de riesgo de que mujeres y niñas sufran violencia y aumentar los llamados factores de protección. Entre los factores de protección que pueden reducir el riesgo de violencia de género se encuentran:
- Garantizar la educación primaria y secundaria de niñas y niños.
- Evitar el matrimonio antes o durante la adolescencia.
- Implementar normas sociales que promuevan la equidad de género y permitan la participación social de las mujeres.
- Disponibilidad de espacios seguros o refugios; y Acceso a grupos de ayuda para las mujeres víctimas de violencias.
- Disponer de una red y de apoyo social y familiar para las mujeres víctimas de violencias.
- Incorporar la perspectiva de género en todos los entornos, de tal manera que se articule el trabajo en pro del empoderamiento de las mujeres
Datos:
- Cada día, cerca de 830 mujeres fallecen por causas prevenibles relacionadas con el embarazo y el parto.
- Las estimaciones mundiales indican que alrededor de una de cada tres (30%) mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.
- La mayor parte de las veces el agresor es la pareja.
- En todo el mundo, casi un tercio (27%) de las mujeres de 15 a 49 años que han estado en una relación informan haber sufrido algún tipo de violencia física y /o sexual por su pareja.
- La violencia puede afectar negativamente la salud física, mental, sexual y reproductiva de las mujeres y, en algunos entornos, puede aumentar el riesgo de contraer el VIH.