Una celebración contrastada con muchas dificultades y falta de apoyo a las poblaciones más apartadas y abandonadas de Colombia.
Por Alexander Paloma Reportero Gráfico El Nuevo Liberal
El Cauca es un departamento con gran cantidad de población en las zonas rurales, los cuales en un porcentaje considerado se han dedicado al aprovechamiento del campo, estas tierras han sido cultivadas y aprovechadas por varias generaciones de campesinos los cuales con su esfuerzo y dedicación han contribuido a la sostenibilidad alimentaria de las ciudades y otras urbes.
En el cauca se pueden encontrar diversidad de campesinos que están asociados a diversidad de organizaciones entre las que se encuentran las organizaciones indígenas, las comunidades afro y por su puesto asociaciones de campesinos, en común, todos trabajan la tierra y protegen los recursos ambientales de los que dependen para vivir y para abastecer las ciudades y cabeceras del departamento.
Según datos del Dane en el año 2019 los caucanos mayores de 18 años que se identificaron subjetivamente como campesinos fueron el 48,7% un equivalente superior al promedio nacional que fue el 31.8%. En tanto que en las cabeceras municipales del departamento el 18,6% de los ciudadanos se consideraban campesinos, mientras que en las zonas rurales dispersas y centros poblados el 69,6% se sienten campesinos.
Las nuevas generaciones de personas que nacen en las zonas rurales de Colombia ya no se reconocen como campesinos, eso se debe en parte por la influencia que ha tenido los medios de comunicación y las redes sociales en su visión como personas jóvenes que son, los que pueden van a la secundaria y después de ello algunos prestan servicio militar conocen la ciudad y trabajan como guardas.
Para las personas que siendo de zonas rurales se han quedado en la ciudad, el campo y ellos como campesinos han sido abandonados, indican que de nada sirve hacer cultivos donde no hay manera de sacar las cosechas ni por caminos de herradura o trochas, manifiestan además que hasta tanto no se invierta en las poblaciones más apartadas de Colombia, las ciudades seguirán siendo el lugar donde los campesinos buscaran la oportunidad de progresar y eso representa un riesgo en el abastecimiento de alimentos a las ciudades donde todo puede escasear y encarecerse más.
Hasta tanto el campo no sea atractivo económicamente los campesinos que celebren este día serán cada vez menos, lo cierto es que quienes provienen de las zonas rurales del Cauca se sienten orgullosos de ser campesinos y a pesar de ver cómo la vida para ellos ha sido difícil no dejan de añorar un mejor destino para ellos y los que se quedaron luchando por una vida mejor en el lugar que los vio nacer.
Luz Eneida Silva Chilito por motivos de violencia salió de su natal Puerto Rico corregimiento del municipio de Argelia, hace 30 años que vive en Popayán y encontró la manera de subsistir con la venta de alimentos en la plaza de mercado del barrio Bolívar, añora el campo, sin embargo, dice que en su pequeña parcela ha revivido su vida como campesina, de la cual está orgullosa.
Benjamín Ortiz dejó el campo en el corregimiento de los tablones Mercaderes hace más de 35 años luego de ver lo improductivo que era trabajar las tierras que cultivaba, ahora se dedica a la venta de productos agrícolas en la plaza de mercado del barrio Bolívar donde con sus conocimientos del campo sabe cómo abastecerse de estos productos sin riesgo a perder.
Cristóbal Rueda un campesino de 80 años de vida es uno de las víctimas del desplazamiento por la violencia en su natal Santafé de Antioquia, vive en Popayán con su compañera Magnolia Cortes, los dos se dedican al reciclaje, con ello sustentan su vida en la ciudad donde todo cuesta y todo vale, se han acomodado en un rancho al sur de la ciudad, más específicamente en el barrio los Sauces, dejaron de recorrer los campos por recorrer la calle 3 de manera frecuente en busca de material aprovechable.
Muchas personas son hijos de campesinos que buscaron en la ciudad la posibilidad de abandonar algunas situaciones de pobreza y han encontrado la forma de crear sus propios medios de consecución de recursos. Carlos Benavides descendiente de padres campesinos del Huila trabaja como recuperador de material reciclable.
Los campesinos que han salido de manera forzosa de sus tierras, cuando llegan a una ciudad llegan a un entorno en el que hasta un vaso de agua les cuesta, la autonomía que poseían en sus fincas se pierde para depender de otros a los que por todo tiene que pagar.
Gracias a las costumbres y conocimientos culinarios de las personas del campo es que aún se conservan tradiciones gastronómicas que han hecho reconocida a nivel mundial a Popayán.
Gracias a los campesinos que cultivan sus tierras y a quienes en las ciudades las comercializan es que se encuentran productos frescos para el consumo humano, la sabiduría de las personas del campo ha contribuido con su medicina natural al bienestar de las personas en las ciudades.
Patricia Hoyos es oriunda del municipio de Mercaderes, después de ver lo difícil que fue la vida del campo y la falta de apoyo del estado decidió buscar un futuro mejor en la ciudad, trabajó en labores domésticas con las que fue construyendo un capital el cual le dio para adelantar su propio emprendimiento, al independizarse ha mejorado su calidad de vida sin embargo indica que la vida del campo no se iguala a la de la ciudad, pues mientras vivió en su tierra natal lo hizo con tranquilidad y sin la contaminación y la inseguridad que hay en la ciudad.
Que los productos agrícolas lleguen al centro de la ciudad es un privilegio que no tienen muchas ciudades de Colombia, poder comprar al campesino de primera mano brinda la tranquilidad de que se está comprando un producto fresco y de calidad.
