EDITORIAL
Por: Danilo Reinaldo Vivas Ramos
Como ramilletes de un frondoso arreglo floral, varios partidos, grupos y movimientos políticos han venido ‘desdibujándose’, cuando lo que antes de la primera vuelta, para las elecciones presidenciales, aparentaban ser sólidos y coherentes, lo que llevó inicialmente a que unos, a través de consultas de sus partidos o movimientos pudieran elegir su candidato a la Presidencia y Vicepresidencia del país y consolidarse como tal. Dejando ante los electores y ciudadanía en general un nuevo panorama, resultante de las elecciones del pasado 29 de mayo de 2022, en el que se mantuvieron en pie dos opciones, sobre las cuales hay que definir el próximo domingo 19 de junio de 2022, quien será el huésped de la Casa de Nariño, en lo que se ha denominado la segunda vuelta.
Luego de ser asimilado el primer impacto generado por los resultados electorales, entramos en firme a la segunda semana de ese hecho, tiempo que ha permitido ver como sobre las dos opciones, desde distintos flacos y con diferentes formas y métodos, los candidatos y sus campañas, buscan el favor de los electores para que los acompañen en su propósito, a fin de contar con las mayorías en las urnas.
La figura que más se ha dado en esta etapa ha sido la de las adhesiones, las que han tenido algunas características, unas que sin ningún planteamiento explicito y casi simultáneamente al conocimiento de los escrutinios de la primera vuelta, vía medios de comunicación, cuando conocieron que no habían contado con el favor de los electores, expresaron su inequívoca decisión de ‘plegarse’ al candidato de profunda identidad ideológica, argumentando que con él se resguardaban las ‘libertades, las instituciones y la democracia’, cuando, curiosamente eran contendores, se le atacaba precisamente por no ser dicho candidato garante de ninguna de las cosas por las cuales se adhiere, dejando ante la opinión pública la ‘sensación’ de que se trataba del mismo proyecto político e ideológico, sin desconocer la existencia de matices, lo cual se ha venido consolidando con las diferentes adhesiones que sobre el mismo candidato se han venido haciendo, en forma pública unas y otras de manera no explícita, por los efectos negativos que le puedan hacer al candidato en cuestión, quien ha dejado claro que su movimiento está abierto a todo el que se quiera adherir, ya que su propósito finalmente es tener el mayor número de votos.
Desde la otra postura política, que se expresó como de centro, ha vivido una situación particular, su candidato presidencial y algunos de sus aliados de la coalición recibieron el portazo donde querían llegar porque quisieron poner ‘condiciones’ las cuales no les fueron aceptadas, mientras su vicepresidente y uno de los líderes de la coalición se adhirieron a la otra candidatura dejando claro porque tomaban tal decisión, cuestión que no se presentó con otro de los lideres de esta coalición quien, sin poner condiciones, se adhirió a la campaña del coterráneo de su inmolado padre, no obstante, haberse dado en días pasados que la cabeza de lista para el senado de esta colectividad optó por la otra opción política. Aún se está a la espera de otros movimientos por estos días de quienes no están en ningún lado.
Tanto un candidato como el otro han venido recibiendo adhesiones de líderes políticos y de personas que, en alguna medida podrán influir, a favor o en contra, según como se les mire, a la hora de acudir a las urnas el electorado, por lo que hoy se ve en estos movimientos es un acomodamiento o reacomodo de las fuerzas políticas que representan los dos candidatos finales, tal como inicio este proceso meses antes, a pesar del esfuerzo que se quiere hacer de mostrar que las cosas en la segunda vuelta son diferentes en esencia a la primera. El pueblo colombiano sabe que es lo que se está jugando hoy y por lo tanto no puede ser inferior a las necesarias transformaciones que requiere el país en todos los órdenes, muchos de los cuales no dan espera para lograr mayores niveles de bienestar y prosperidad individual y colectiva, por lo que se nos exige actuar con conocimiento, responsabilidad y compromiso con el país el 19 de junio próximo.