La importación de maíz y la falta de incentivos económicos están desapareciendo este producto agrícola fundamental en la dieta de los colombianos.
#ellentedepaloma
Por Alexander Paloma
Reportero Gráfico El Nuevo Liberal
El maíz en América hasta antes de la colonización se constituía en uno de los alimentos base de las culturas de este continente, las tradiciones culinarias con este producto agrícola aún permanecen en la cocina de los colombianos, el sango, la mazamorra, las arepas, coladas, chicha, guarapo, mazorca asada, las crispetas y la carantanta son algunas de las presentaciones en las que se puede encontrar este grano traído por los dioses según las tradiciones indígenas.
En el cauca hasta hace unos 5 años uno de los municipios donde se producía maíz en gran cantidad era mercaderes y a nivel nacional estaba el Valle del Cauca, Tolima, la costa atlántica y los llanos orientales, esa bonanza hizo que el maíz estuviera a precio asequible. Entre las causas de la baja producción de maíz ha sido el precio del maíz importado que le quitó competencia al nacional, el poco incentivo para cultivarlo en las nuevas generaciones de campesinos e igualmente el incremento de los monocultivos como el café que en el caso del Cauca es más rentable para los agricultores para exportarlo; ahora es más común encontrar terrenos pequeños de cultivo de maíz como parte de la seguridad alimentaria de las familias.
El año pasado al país ingresaron más de 6 millones de toneladas de maíz, Estados Unidos es el principal proveedor de este producto en Colombia donde los mayores importadores son Antioqueños quienes lo distribuyen a todas las regiones, hasta el año 2019 el 97% del maíz importado estuvo destinado para la producción de alimentos para animales, por eso la dificultad presentada en el pasado paro nacional pues la poca producción de maíz en el país no abasteció las necesidades de los ganaderos, porcicultores y las avícolas, dejando entrever que el campo ha sido relegado en esa materia.
