El show de Venezuela y emboscada a la JEP

FELIPE SOLARTE NATES

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Después de sumisa visita del presidente Duque a Washington a rendir cuentas y recibir órdenes del mandamás del imperio, mientras el General del Comando Sur del ejército de los Estados Unidos adelanta una reunión de “rutina” con el Comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia y alrededor de la ayuda humanitaria y el concierto de Cúcuta los medios y autoridades colombianas e internacionales arman un show que también puede ser preludio a una fiesta macabra que no sólo afectaría a Venezuela; el Fiscal Néstor Martínez y la línea dura del Centro Democrático, tienden una emboscada al acuerdo de paz con las FARC, encabezada por su presidente alterno Álvaro Uribe Vélez, quien trinó por Twitter recomendando acabar con la Justicia Especial para la Paz, JEP.

Le preocupa que varios militares de alto rango como el excomandante del Ejército Mario Montoya y el general Rito Alejo del Río, se hayan acogido a la JEP y de pronto empiecen a contar sobre el papel que en el apoyo a los grupos paramilitares tuvieron políticos como Álvaro Uribe y empresarios como los referenciados por el Centro de Memoria Histórica, con relación al Bloque Calima y similares de Antioquia, la costa Atlántica y otras regiones del país. Por eso intentan deslegitimar a la JEP y “acabarla” como trino el expresidente presidente.

Parece que después de descartar negociaciones con el Eln, estuvieran enfocados a derrumbar el acuerdo logrado por el anterior gobierno con las Farc, para catalizar un ambiente de guerra en el país, que se articule con el que preparan en la frontera para invadir a Venezuela y les permita aplicar una dictadura interna, que les facilite desmantelar a la oposición y a los incómodos ‘líderes sociales’ que se interpongan en sus macro-proyectos y breguen por la Restitución de tierras, protección de los Derechos Humanos, etc. , incluso implementando leyes de Guerra y de Estado de Sitio, que les facilitaría participar en la invasión de Venezuela y resucitar la acción sin control de grupos paramilitares como las Auc, que transmutadas desde las Convivir impulsadas por la Gobernación de Antioquia de Álvaro Uribe, prepararon su ascenso a la Presidencia de la República, en el 2002.

Yéndose en contra del pronunciamiento de la Corte Constitucional que dio luz verde a la JEP, el Fiscal General Martínez Sarmiento, insiste en objeciones jurídicas que ya desvirtuó la Corte, abriéndole una ventana leguleya al presidente Duque para que atendiendo el llamado de la línea ultraderechista del CD, objete por “Inconveniente” la firma de los estatutos de la JEP, debilitando el proceso de reinserción de los guerrilleros de base y comandantes desmovilizados.

Con el triunfo en Brasil del ex-capitán Bolsonaro, la visita a Colombia del senador Republicano de origen cubano Marcos Rubio, afín con los ‘halcones’ de la ultraderecha norteamericana y acciones internas como boicotear el funcionamiento de la JEP y dinamitar los acuerdos firmados para desmovilizar a la mayoría de guerrilleros de las Farc, la derecha nacional en consenso con la internacional está decorando el escenario para lanzar una ofensiva guerrera que comprendería el ataque a Venezuela, Cuba y Nicaragua por parte del ejército de los Estados Unidos y el involucramiento de Colombia en la guerra, no sólo por reacción defensiva del ejército venezolano, sus milicias y los guerrilleros del ELN y las disidencias de las FARC que los respaldarían, sin adivinar cuál sería la posición de Rusia y China que respaldan al gobierno de Maduro, tienen multimillonarias inversiones en el vecino país y les han suministrado moderno armamento.

Ante este maquiavélico escenario es una esperanza para evitar que los vampiros guerreros nos lleven al desangre a gran escala, el respaldar el llamado a la unión de los defensores de los acuerdos con las Farc, encabezado por Humberto De La Calle, jefe del equipo negociador en La Habana y el ex-ministro del Interior José Fernando Cristo a quienes se sumaron el expresidente Cesar Gaviria en representación del Partido Liberal y la mayoría de organizaciones políticas como el Partido Verde, el Polo Democrático, la ASI, Marcha Patriótica, Convergencia Ciudadana, entre otros que proponen un Plebiscito por la paz.

De lo contrario preparémonos para la nueva cruzada de la Inquisición.