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FELIPE SOLARTE NATES
A finales de los 50 del siglo XX, Ricardo Quintero Rivera dirigió un documental a color acerca de Popayán y su Semana Santa. A mediados de los 70 Guillermo Cajiao Lenis también dirigió varios documentales centrados en los atractivos naturales del Cauca.
El corto metraje Crisálida, rodado en 1986, hizo parte del espíritu de resurrección a todos niveles que permeaba en Popayán, en medio de las manifestaciones callejeras de los damnificados de los asentamientos reclamando ayudas para sus viviendas, de los deudores del BCH y el ICT exigiendo tasas de interés subsidiadas por motivo del desastre, el acarreo de escombros, las obras en desarrollo y las nubes de polvo impregnadas de añejos olores desprendidos de los adobes con que a partir del terremoto de 1737 había sido reconstruida por segunda vez la ciudad.
A partir del grupo de Cine-Club que lideraba el profesor de Filosofía de Unicauca Guillermo Pérez, y del trabajo de campo en los asentamientos desarrollados por su colega de Antropología Herinaldy Gómez, elaboraron el guion para intentar pasar, de la contemplación y análisis cinematográfico del cine arte clásico que semanalmente programaban en el teatro Popayán (actual sede de Unicomfacauca), a la creación y producción de historias relacionadas con la atmosfera de recuperación que se imponía en la ciudad y las vivencias de los ciudadanos que habitaron los inquilinatos que se cayeron con el zangoloteo del 31 de marzo de 1983 y habían ocupado terrenos de particulares con la amenaza permanente de ser desalojados por la fuerza pública, fortaleciendo en el proceso organizaciones en los asentamientos con activa participación de las mujeres y con la dirección general de la Coordinadora de Asentamientos, cuyos líderes fueron perseguidos por organismos secretos del Estado y en el barrio Palacé, asesinados dos de ellos: el estudiante de Filosofía de Unicauca, Lucho Calderón y el licenciado y profesor de secundaria Luis E. Solarte.
Fue así, como con la colaboración de Gustavo Wilches Chaux, entonces joven abogado Director del Sena-Cauca, también amante del cine, la fotografía, producción de audiovisuales, y promotor de la capacitación y programas de autoconstrucción para que las familias de destechados, con su trabajo edificaran con materiales durables los cambuches de los asentamientos en los que se habían instalado, los miembros del Cine-Club lograron que el Sena financiara el primer Taller de Producción Cinematográfica organizado en Popayán, con la Dirección de Lisandro Duque Naranjo, Director de películas como Visa USA, “Milagro en Roma y de las series para RCN Televisión: La Vorágine y La María.
Las principales locaciones donde se filmaron las escenas interiores, fueron el antiguo Hotel Amalia, situado al frente del actual centro comercial El Empedrado y el café Moderno, situado al lado y hoy convertido en parqueadero de motos.
Mi propósito de ingresar al taller para aprender a escribir guiones, no lo pude concretar, por haber sido escogido como protagonista, después de un casting a cargo de Lisandro Duque, pero la experiencia fue positiva pues en el terreno conocimos lo compleja que es la filmación de producciones cinematográficas y la mayoría de los cerca de 30 participantes en el taller desempeñamos la diversidad de roles: Director, asistentes, actores , apuntadores, escenógrafos, vestuario, utilería, vestuario, maquillaje, productores, etc) y coordinar acciones para que sean exitosas.
Antes de la realización del taller, inquietos jóvenes payaneses provenientes de barrios populares, como los entonces quinceañeros Nelson Osorio (hoy profesor del programa de Comunicaciones de unicauca) y el poeta todero Frey Campo, El Tigre, con una pequeña cámara de video se habían atrevido a filmar una historia de más de una hora de duración, sobre la vida de los adolescentes de los barrios populares en su mundo de pandillas, bailes en los grilles salseros y peleas. Esta historia con mejor guión, experiencia y conocimientos cinematográficos y equipos apropiados serviría de inspiración para el largometraje “Marcando Calavera” de Nelson Osorio.
La producción Occidente, dirigida por el poeta Carlos Illera (Q.e. p.d.) a finales de los 90, como trabajo de campo de un taller promovido por Funcop, con mejores recursos técnicos, más trabajo con los actores naturales y evocaciones poéticas en sus imágenes contrastando luz y sombras sobre paredes blancas, es otra producción referente y pionera para desarrollar producción audiovisual en la ciudad y la región, que hoy realizan los diversos directores y productores cinematográficos elaborando documentales y obras de ficción, después de haber estudiado en la Universidad del Valle, la Universidad del Cauca, cuando abrió el programa de Comunicación y posteriormente los de la Fundación Universitaria de Popayán, FUP y Unicomfacauca que siguieron el ejemplo.
El Festival de Cine de Popayán, que del 29 de octubre al 2 de noviembre de 2018, celebrará su 10ª versión convocando a cineastas de todo el país, es fruto de este proceso.
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