Fe y paz

RODRIGO SOLARTE

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PEDIATRA

Todos los poderes, visibles e invisibles, continuarán confluyendo en la búsqueda del cómo y del con qué pasar esta larga página de violencia armada en la historia colombiana.  Toda Latinoamérica y el Caribe ya se orientan integralmente en esa construcción civilizatoria de la paz, con dignificación, justicia social y participación real de nuestros pueblos.

La Escuela de las Américas, manejada por EE. UU., principalmente, que preparó a nuestros ejércitos para la guerra, comienza a ser reemplazada, gracias a la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR, por la Escuela para la defensa y construcción de la paz en nuestros territorios.

Cómo no aplaudir y esforzarnos como país, multiétnico, pluricultural y policlasista, en hacer parte de ese proceso continental que, con la recuperación del manejo y sostenible aprovechamiento de nuestros recursos naturales, lucha por saldar esa gran deuda social acumulada y progresar, humana y materialmente, marcando con ello a esta parte del universo en este siglo XXI?

Los diálogos entre el gobierno y los alzados en armas debe continuar; éste es un clamor universal.

La pax romana o paz de los sepulcros que algunos colombianos, ajenos a las víctimas, desplazados, lejanos a la pobreza y a la miseria, sin viudas, huérfanos y minusválidos productos de la guerra, añoran exigiendo la suspensión de los diálogos de La Habana. Todos ellos pasarán a la historia de la barbarie o del cómo, los llamados seres humanos, resolvíamos en estas tierras nuestras contradicciones, diferencias e intereses económicos y políticos, en tiempos de amarga recordación.

El perdón, la reconciliación y la esperanza son potentes valores invisibles, que con los visibles: verdad, reparación, educación, trabajo, oportunidades, pluralismo, organización, derechos y cumplimiento de los deberes con las nuevas generaciones de colombianas y colombianos, permearán nuestras conciencias y voluntades, movidos todavía, más por los medios de comunicación que por la madurez y el espíritu colectivo de Patria, adquirido.