HUGO COSME VARGAS
Preocupa la situación actual de nuestro departamento del Cauca, su abandono estatal, la falta de líderes y, en consecuencia, su futuro. Imposible creer que el otrora Estado Soberano del Cauca, forjador de tanto líder de la gesta de independencia de España, de cientos de ciudadanos constructores de la república y de muchos presidentes del gobierno nacional, padezca hoy serios flagelos en el bienestar de su gente, como se deduce de los últimos datos estadísticos proporcionados por el DANE en su informe de resultados del censo de población y vivienda realizado en 2018. Allí está la razón del descontento social que hoy explotó en las calles y carreteras caucanas.
En la época inicial de la conquista nos llamábamos Provincia de Popayán, hermanados con Nariño; en 1541 nos extendimos hasta la serranía de Abibe; en 1821 formamos parte del departamento de Cundinamarca, en La Gran Colombia; entre 1831 y 1857 volvimos a ser la Provincia de Popayán, en La Nueva Granada; en 1857 ya éramos Estado Soberano, conformados por lo que hoy es Chocó, Valle del Cauca, Nariño, Caquetá, Putumayo, Vichada, Vaupés, Amazonas, Guanía, Arauca, Casanare y Meta; en 1886 nos transformamos en el departamento del Cauca pero empezamos poco a poco a perder territorios, hasta hoy cuando quedamos con 29 mil kilómetros cuadrados y hemos sido superados en desarrollo, por varias de nuestras antiguas regiones. ¿Continuaremos retrocediendo?
Somos una población multiétnica de 1.4 millones de habitantes, distribuidos en 42 municipios de todos los pisos térmicos, inmensamente ricos en agua, poseedores de una geomorfología valiosa que incluye zonas costeras, valles con gruesas capas de suelos orgánicos, montañas majestuosas, picos nevados, ni que decir de su exuberante vegetación en bosques, selvas y parques naturales. No hay derecho a que esta rica hacienda que hemos heredado los caucanos no esté bien administrada por un grupo dirigente que se acostumbró a las mieles del poder, sin pensar seriamente en el bienestar generalizado de una comunidad sumisa, que ya perdió su esperanza en el modo tradicional de hacerse la política. El estallido social que estamos viviendo debería golpear la conciencia de tanto líder fracasado. Veamos algunas cifras estadísticas.
En 2019 había en el departamento 953 mil personas vinculadas al SISBEN, es decir 67.3% de su población; 859 mil caucanos, o sea un 59.6% pertenecía al grupo de la pobreza monetaria, que reúne a personas incapaces de ganar más de $265 mil pesos al mes, porcentaje que es mayor en 23.9% que el promedio nacional, y sólo menor que la pobreza del Chocó y La Guajira. Y si hablamos de la pobreza extrema, representada en ciudadanos que no recaudan $123 mil pesos mensuales, en el Cauca hubo 380 mil seres humanos que a duras penas sobrevivieron, sólo siendo peor, de nuevo, la situación del Chocó y La Guajira, cuando se comparan los porcentajes, pero no cuando se compara el número de personas, que resulta mayor en el Cauca que en estos dos departamentos. ¿Habrá peores cifras?
Cuando se analizan datos sobre pobreza multidimensional, midiéndose otros indicadores diferentes al dinero, Cauca tiene 24%, que es mayor que el 17.5% nacional, señalando como muy pobres los municipios de López de Micay, Timbiquí, Guapi, Sucre, Almaguer y Santa Rosa. Llama la atención que los parámetros más impactantes son el bajo logro de estudios-62.3%- y el trabajo informal-86.9%-. En el índice de necesidades básicas insatisfechas-NBI- Guapi es campeón, y en el indicador de miseria Timbiquí alcanza un nivel intermedio.
Finalmente, la tasa de desempleo viene ascendiendo desde 2017, teniendo nuestro departamento 12.3% en 2019, y Popayán 19.1%, mientras que los jóvenes de 14 a 28 años sufren con rigor tasas de desempleo iguales a 17% en el Cauca y 25.7% en Popayán, habiendo 114 mil compatriotas desocupados y 560 mil inactivos, en un departamento donde falta mucho por hacer. Señor gobernador, señores alcaldes, senadores, representantes, diputados y concejales: los hemos elegido para trabajar, no para figurar; el departamento del Cauca con sus 42 municipios estamos atravesando un difícil momento que demanda de ustedes entereza, dedicación, vocación y servicio a una sociedad que les está gritando en la calle el dolor de la pobreza, la indignidad del desempleo y la angustia de un no futuro. ¡Despierten!