Por Alexander Paloma
Reportero Gráfico El Nuevo Liberal
Bajo un árbol se puede encontrar tranquilidad, sombra, descanso, seguridad, placidez, en fin, un buen ambiente para disfrutar en cualquier momento. A las personas les atrae los árboles, sus texturas, sus colores, los olores que pueden tener sus hojas y ramas llaman la atención y las sensibilidades inherentes al ser humano.
Entre un árbol y el ser humano hay una relación silenciosa en la que se benefician las dos partes, en principio el ser humano en su exhalación elimina dióxido de carbono que es uno de los insumos que necesitan los árboles para la fotosíntesis, es decir, transforma la energía solar en energía química que ayuda en el crecimiento de las plantas, en ese proceso el árbol libera oxígeno, elemento vital para la respiración del ser humano.
La nueva cotidianidad ha hecho que esa parte vital para el ser humano no pase desapercibida, pues se había perdido la conciencia respecto de la importancia de respirar, pero ahora se ha valorado más, hacer un buen ejercicio de respiración varias veces al día puede ayudar a calmar la mente, además ejercita músculos internos del cuerpo que soportan órganos importantes.