NICOLÁS ESCOBAR BEJARANO
El sociólogo William Mauricio Beltrán (profesor de la Universidad Nacional de Colombia), publicó esta semana los resultados de una investigación que adelantó en los colegios públicos de Bogotá. El objetivo principal de este estudio era encontrar la utilidad de la asignatura de religión en la formación escolar.
Los resultados de la investigación demostraron que el 27% de los estudiantes considera que la asignatura de Religión los encamina a aprender la doctrina católica como credo oficial- lo anterior es algo muy grave puesto que, según la constitución política, Colombia es un estado laico, es decir, desde el punto de vista jurídico no debe haber una religión o credo oficial-. Sin embargo, el estudio logró demostrar que, esto se debe a que los docentes usan en su discurso los contenidos de la biblia como objeto central, es decir, no utilizan ningún otro libro “sagrado” para el desarrollo de la cátedra.
Sin duda alguna, el estudio del profesor Beltrán revivió el viejo y desgastado debate sobre el nivel de adoctrinamiento que trae inmersa la orientación de esta cátedra en los colegios. Por un lado, están los que creen que esa asignatura debe desaparecer de los pensum escolares y, más bien, añadirse una asignatura sobre la historia de la religión, abarcando todos los postulados de estas y su desarrollo histórico (ojalá no se quede por fuera el tema de que muchos de los genocidios de la historia se cometieron en nombre de Dios); y por el otro, se encuentran aquellos sectores – tal vez un poco más conservadores- que defienden la permanencia de la cátedra, pues consideran que la palabra de Dios es el camino para salvar a la sociedad.
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Adenda: En los últimos días, las mujeres de la ciudad de Popayán están siendo acosadas de manera sistemática por sujetos que conducen vehículos de alta gama, ante la tardía respuesta de los entes encargados de garantizar nuestra seguridad, la comunidad ha decidido acudir al rescate de las personas que se encuentran en peligro después de escuchar los pitidos en las calles. El mensaje es claro, tenemos entre todos que protegernos porque el gobierno colombiano es inexistente, es decir, sòlo se manifiesta para aprobar reformas tributarias, pero no para garantizar nuestra integridad. Si no me creen, pregúntenle a la población del municipio de Argelia (Cauca) quienes el fin de semana pasada tuvieron que vivir nuevamente el éxodo de la guerra.