DIEGO FERNANDO SÁNCHEZ VIVAS
Desde lo más alto de los cerros tutelares de la Ciudad Blanca, se puede contemplar en toda su dimensión una gran escultura de metal de cuadros superpuestos entre sí, con figuras que en perfecta simetría condensan en su esencia, la suma de la sabiduría milenaria del pueblo Nasa, » Juan Tama», la comunión de la modernidad con nuestros ancestros precolombinos, la vida y obra de su autor resumida en un instante de inspiración, su nombre Edgar Negret Dueñas.
Había nacido en Popayán el 11 de octubre de 1920 y era el menor de diez hermanos. Esa circunstancia hizo que desde muy pequeño tuviera una clara idea de la autonomía, la independencia y la libertad, y cultivó desde muy temprana edad una especial sensibilidad por las formas, las figuras, los colores y las dimensiones. Esta cualidad se hizo más evidente cuando el escultor vasco Jorge de Oteiza en un viaje por Popayán, motivó en forma definitiva el futuro del maestro Edgar Negret al demarcar su camino por el arte plasmado en formas y figuras.
Su formación la inició en la Escuela de Bellas Artes de Cali, y luego se trasladó a Nueva York donde logró definir el material con el que mejor se sintió, el aluminio. Más adelante y después de una larga estadía en España y Francia, creó su propio estilo que contenía una alta dosis de imaginación, versatilidad, innovación, genio creativo, color, geometría y pensamiento.
Con estos valiosos ingredientes consolidó su obra que contó con grandes reconocimientos en el plano internacional, entre los cuales se destacan su exposición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York al ser incluida su obra en la Geometrics And Hard – Edge New Classicism, la IV Bienal de Sao Paulo, la XXIV Bienal de Venecia, Museo Rodin de París, Museo Rufino Tamayo de México. También en Colombia fue amplio su reconocimiento. En 1963 ganó el primer premio en el XV Salón Nacional de artistas con su escultura » Vigilante Celeste» y cuatro años después lo volvería a logra con su obra «Cabo Kennedy». Se puede afirmar con toda certeza que el maestro Edgar Negret fue uno de los más importantes escultores no solo de nuestro país, sino de este lado del mar, ya que su obra vanguardista de cara a la modernidad con elementos místicos de la cosmogonía ancestral precolombina, de escultura fabricada con materiales no tallados ni fundidos, constituyó una verdadera revolución artística en su tiempo.
El 11 de octubre de 2012, como en una inverosímil paradoja el mismo día y mes que nació, a las 11 y 40 de la noche a los 92 años, el corazón del maestro Edgar Negret Dueñas dejó de latir. Cada vez que me asomo por las ventanas del edificio que lleva su nombre y observo con detenimiento la gran obra artística, siento que la sabiduría milenaria de ‘Juan Tama’ nos habla, y que el genio creativo y el espíritu innovador de maestro Edgar Negret Dueñas está con nosotros, acompañándonos en este ligero paso por la vida.