La Comisión de la Verdad realizará el Diálogo Regional para la No Continuidad y la No Repetición del Conflicto Armado en Cauca, un espacio en el que se analizarán los factores y condiciones que han contribuido a la persistencia de la guerra y la violación de los derechos humanos en este departamento, especialmente, en las regiones del norte y la cordillera occidental.
Este evento se llevará a cabo en Popayán este martes 3 de agosto, entre las 9:00 a.m. y las 12:00 m., garantizando el cumplimiento de las medidas de bioseguridad para los asistentes. Además, podrá seguirse en directo a través de los canales digitales de la Comisión de la Verdad, El Espectador y Colombia + 20.
Para conversar de dichas problemáticas, este Diálogo Regional tendrá la participación del presidente de la Comisión, Francisco de Roux, la comisionada Alejandra Miller, la embajadora de Suecia, Helena Storm, y el gobernador del Cauca, Elías Larrahondo.
El panel contará con la presencia de Edwin Mauricio Capaz Lectamo, la líder afro Clemencia Carabalí, la lideresa de las mujeres Valeria Mosquera, la lideresa de los jóvenes Laura Lozano, los líderes campesinos Cesar William Díaz y Victor Armero, el empresario Carlos Arturo López, y el excombatiente Luis Eliecer Rueda – “Matías Aldecoa”.
Este espacio busca contribuir a la necesidad que tiene la sociedad de comprender el fenómeno de reconfiguración de la violencia armada. Esto implica el esclarecimiento de los hechos relacionados con el conflicto armado, la identificación de los factores de persistencia y una conversación amplia que permita reflexiones plurales y recomendaciones para que no se repita lo sucedido y evitar que esta situación persista.
Esta es la oportunidad de que se reúnan diversos actores sociales, con el propósito de visibilizar, concertar y contribuir con la construcción de una paz sostenible en esta región, que comprende los municipios de Miranda, Caloto, Toribío, Suárez, Santander de Quilichao, Jambaló, Buenos Aires y Corinto, que conforman la subregión del Norte del Cauca, y Morales, Cajibío, El Tambo, Argelia, Balboa y Patía, que conforman la subregión de la cordillera occidental.
También es la ocasión de aportar insumos clave a las recomendaciones del informe final de la Comisión de la Verdad. De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) para el 2021, en este departamento lo habitan 1.504.044 personas, entre los que se encuentran comunidades campesinas, indígenas y afrocolombianas. Los pueblos indígenas que residen en estos territorios son Nasa, Misak, Embera Chamí, Chapa, Ambalo, Eperara Siapiadara, Inga, Kizgo, Kokonuco, Yanacona, Totoro y Polindara.
Esta región ha vivido históricamente una disputa territorial entre los diversos grupos armados por el control de los corredores para el transporte de insumos para la guerra, drogas ilegalizadas y armas, así como una serie de conflictos de larga data como el racismo y el uso y tenencia de la tierra en el departamento.
A pesar de que en 2016 el Gobierno Nacional y la guerrilla de las FARC-EP firmaron el Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, entre 2017 y 2021 la violencia ha venido en aumento.
En la región norte y cordillera del Cauca persisten conflictos relacionados principalmente con la persistencia de economías ilegalizadas, como el narcotráfico y la minería ilegal. En los últimos años han crecido los cultivos de uso ilícito y la expansión de los grupos armados que buscan regular o controlar este mercado ilegalizado.
Según datos del Observatorio de Drogas de Colombia, la tendencia al cultivo de hectáreas cultivadas con drogas ilícitas ha ido en aumento. El Cauca pasó de tener 3.326 has de coca en 2013 a 17.355,83 en 2019, de la misma forma que aumentaron la cantidad de clorhidrato de cocaína para exportación y el consumo interno del excedente de la base de coca, conocida coloquialmente como bazuco.
El control territorial de la economía ilegal y sus circuitos asociados son desencadenantes de los procesos de victimización de las comunidades campesinas, indígenas y afrocolombianas en la región. Según los datos del Registro único de Víctimas, con corte 2021, 473.533 personas han sido víctimas del conflicto armado en el Cauca, es decir casi una tercera parte de la población total departamental concentrada en los municipios de El Tambo, Argelia, Bolívar, Buenos Aires, López, Timbío, Guapi, Patía, Toribío y Sucre.
Estas acciones violentas han desencadenado el desplazamiento y el despojo, los asesinatos contra personas que ejerzan liderazgos, el desplazamiento forzado, la amenaza, la intimidación y la desaparición forzada.