Desde el 2007, cada 15 de septiembre se conmemora en el mundo el Día Internacional de la Democracia. Proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, este día es una oportunidad para recordar que la democracia es un proceso y un objetivo que debe de centrarse en las personas y constituir el entorno para la protección y la realización efectiva de los derechos humanos.
Los estados y la sociedad en general tienen el gran desafío de apoyar las aspiraciones de libertad, igualdad, autonomía y autodeterminación de más de la mitad de la población: las mujeres y niñas en toda su diversidad. Bajo la convicción de que la igualdad es la esencia del Estado de derecho, se debe trabajar en conjunto para consolidar una participación paritaria e inclusiva de las mujeres y las niñas en los procesos democráticos.
América Latina y el Caribe ha estado a la vanguardia en el reconocimiento y avance de los derechos políticos de las mujeres con un robusto compendio normativo y una Agenda Regional de Género que perfilan el camino para nivelar las oportunidades de acceso a puestos de toma de decisiones y generar las condiciones para participar en igualdad sustantiva en la vida pública y política. A la fecha, nueve países de la región cuentan con alguna medida legal hacia la paridad y otros nueve con leyes de cuota, lo cual ha permitido un incremento importante en las últimas dos décadas del número de mujeres electas en instancias colegiadas, llegando a un promedio regional de 30.7% de parlamentarias en 2021.
Para el caso de Colombia, después de 10 años de la implementación de la cuota de género del 30% en las listas, hay un rezago mayor en participación de mujeres con relación a Latinoamérica y el mundo, que corresponde al 32% y 25.1%, respectivamente. Para el periodo 2018-2022, de 279 curules en total, 56 están ocupadas por mujeres, esto representa el 20%. En el Senado de la República, las mujeres representan el 22.2% (24 de 108 curules son ocupadas por ellas) y en la Cámara de Representantes significan el 18.71% (32 de 171 curules están ocupadas por mujeres).
Su participación en el Congreso ha dejado precedentes importantes. En el 2006 se creó la bancada de mujeres del Congreso, lo que ha incidido en que se aprueben 45 leyes relacionadas con la igualdad de género y los derechos de las mujeres. Esas nuevas normas han incluido temas que antes no se habían considerado en esa institución: la eliminación de violencias contra las mujeres, la economía del cuidado, el trazador presupuestal de género y la licencia de paternidad. Tener las voces de las mujeres permitió al Estado ocuparse de temas trascendentales que estaban abandonados y que contribuyen a toda la sociedad.
Las elecciones de 2022 y las elecciones de 2026 serán las últimas de esta década. De cara justamente a esas elecciones, la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, el Ministerio del Interior, la Comisión Legal para la Equidad de la Mujer del Congreso, el Consejo Nacional Electoral, en alianza con la Mesa de Género de la Cooperación Internacional, activaron el pasado 13 de septiembre un contador que permitirá ponerle la lupa a los procesos de conformación de las listas al Congreso de la República para lograr el máximo compromiso de participación de las mujeres en las mismas.