WALTER ALDANA Q.
Hablando con mi hija Valentina, escuchándolo en varias citas, foros y reuniones coincidimos en que por décadas los hombres y mujeres libres de nuestras ciudades y campos han venido desarrollando sus propuestas y procesos de visibilizaciòn.
En la década de los setenta y ochenta del siglo pasado, con la constitución de la Asociación nacional de usuarios campesinos y bajo su consiga de «tierra para el que la trabaja», del Consejo regional indígena del Cauca con su lema de «tierra, cultura y autonomía», desde lo rural de nuestro país se avanzó en el posicionamiento incluso de nombres y actuares de organizaciones sociales hacía el futuro.
Y esa dinámica estuvo precedida de organización y lucha estudiantil, las huelgas en las universidades, los profesores comprometidos como el padre Camilo Torres y Orlando Flas Borda entre otros, es decir que en sus orígenes, el papel de la academia, de los jóvenes estudiantes, en relación a un mejor futuro, es tan similar como en el día de hoy, su rol protagónico en el denominado por algunos “estallido social” desde el 21 de Noviembre 2019, pasando por el 28 de Abril del 2021.
Y en medio de esta narración se fue construyendo las propuestas, reconociendo que lo social rebelde, se expresó en los 80 y 90 desde los movimientos cívicos, en pueblos y ciudades, con su organización (el comité), su expresión (el paro cívico) y su herramienta de exigibilidad de derechos (el pliego), todo ello alrededor fundamentalmente del acceso, prestación y tarifas de servicios públicos.
En este tercer momento, década del 2000 hacía adelante se crecieron las dinámicas organizativas; a lo indígena y campesino, acompaña y se hermanan hoy las luchas de los pueblos Afros, diversidades sexuales, la lucha de género, de los animalistas y de mujeres, tribus urbanas, expresiones artísticas, todas ellas configuran en sí y en sus reivindicaciones un nuevo elemento, que es clave entenderlo, asimilarlo, y este es la apuesta POR EL PODER POLÌTICO.
Entendimos que, ante el fracaso de la representación de los partidos tradicionales y la intermediación entre la necesidad y la solución, se hace urgente que ganemos la gobernabilidad local y regional, ya no es solo hacer exigibilidad de derechos, es SER GOBIERNO en el 2022 y abrir el camino hacia alcaldías y gobernaciones.