ALVARO ORLANDO GRIJALBA GÓMEZ
Glasgow, es la ciudad más grande de Escocia y la tercera del Reino Unido después de Londres y Birminghan, situada en las Tierras Bajas de Escocia, a las orillas del río Clyde; es un gran puerto de comercio, centro mundial de construcción de artilleros como los famosos buques RMS Lusitania, RMS Queen Mary, RMS Queen Elizabeth 1 y 2, y el yate real Britannia; cuenta con una población de 584.240 habitantes, reducida por los cambios geo-políticos administrativos internos del país, el idioma que hablan es el Glaswegian, dialecto particular escocés.
Quienes conocen a Glasgow, la describen como una ciudad, que presume de poseer una gran belleza arquitectónica vanguardista y victoriana, donde se encuentran grandes tiendas de diseños exclusivos, una refinada gastronomía con excelentes restaurantes, espectaculares bares, y un gran movimiento cultural, pues poseen las mejores Universidades, al igual que importantes instituciones culturales como: la Opera Escocesa, el Ballet de Escocia y el Teatro Nacional de Escocia, reconocidos museos, y una prospera producción musical y artística ampliamente reconocida en el mundo.
Todo esto, para ubicarnos geográficamente y saber dónde se celebra la 26ª Cumbre Mundial del Cambio Climático.
Ahí en Glasgow, desde el pasado 31 de octubre hasta el próximo viernes 12 de noviembre, se realiza la 26ª. Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático 2021, Conferencia de las Partes, COP26, que anualmente realiza la Conferencia de las Naciones Unidas, para tratar la delicadísima y terrorífica situación que vive el mundo a raíz del Calentamiento Global.
Esta convocatoria reunió a más de 40.000 asistentes y líderes de más de 190 países del mundo, entre ellos numerosos jefes de Estado, con presencia de nutridas delegaciones, sectores sociales, económicos y políticos, para abordar el complicado y apocalíptico tema del Cambio Climático, que tiene al mundo pensando como parar y reducir las emisiones de Dióxido de Carbono, CO2, gases de efecto invernadero, metano, que van llevando al planeta tierra en un muy corto plazo, a la destrucción y aniquilamiento de la humanidad toda, ante el aumento desproporcionado, acelerado y nocivo de la temperatura, con sus múltiples y graves implicaciones para la vida en el planeta.
La situación mundial, por efectos del calentamiento global va tocando fondo, y si los gobiernos del mundo, de verdad, con seriedad y sin faltar a los compromisos, no se obligan a reducir las emisiones de gases efecto invernadero, metano, para que la temperatura no suba a más de 1,5 °C., al 2030 algo difícil de conseguir, pero no imposible de logar, el mundo entero va a colapsar.
Los fenómenos del cambio climático han producido grandes afectaciones en el mundo entero, por las altas temperaturas que están produciendo el derretimiento o desleimiento de los glaciares, el mar sube de nivel, torrenciales lluvias en algunas partes del mundo provocan desbordamientos de ríos que han inundado bastas extensiones de tierras, arrasando con viviendas, cultivos y ganados, dejando miles de familias en la inopia y el desespero; las sequias en otros lugares, el desaparecimiento de especies animales y naturales, y tantos otros desastres que están ocurriendo en el mundo, son el presagio de una catástrofe universal anunciada, sin retorno, sino se remedia ya.
Vivimos acabando con el planeta en forma irracional, sin pensar en las futuras generaciones, quienes serán las víctimas si este calentamiento continúa como va y sobre pasa los 2°C.
Si los países más industrializados que son los mayores contaminadores del medio ambiente y emisores de gases, no se comprometen a disminuir las emisiones como se ha planteado en la Cumbre, será imposible alcanzar las metas propuestas allí.
Se ha considerado que esta cumbre de Glasgow, es la última oportunidad de salvar el planeta del desastre total advertido, y por ello, más de cien países han firmado pacto de reducción de emisiones en un 30% al año 2030, y crearon un fondo de 12.000 millones de dólares para la lucha contra el Cambio Climático, la restauración de bosques y la defensa de la Amazonía, entre otros.
Los jóvenes también hicieron presencia en esta cumbre y se pronunciaron marchando por las calles de Glasgow criticando y censurando a los gobiernos por su inoperancia e incumplimiento de los pactos para contrarrestar los efectos del Cambio Climático.
Lo cierto de todo esto es, que cada ser humano que habitamos el planeta Tierra, tenemos la obligación moral frente a nuestros hijos y los demás, de ayudar a apaciguar el peligrosísimo calentamiento global que nos tiene al borde de un cataclismo mundial, poniendo un puñadito de arena, sembrando árboles, protegiendo el agua y defendiendo la tierra de los depredadores.