El Programa Sonidos de esperanza es una estrategia del Ministerio de Cultura de Colombia y la Fundación Nacional Batuta que tiene como principal objetivo “Brindar formación musical para enriquecer la vida de niños, niñas, adolescentes y jóvenes víctimas del conflicto interno en 131 Centros Musicales Batuta en 31 departamentos del país, mediante un modelo integral de formación musical de alta calidad, que contribuya a garantizar el ejercicio de sus derechos y su desarrollo integral”.
En tal sentido, Claudia Josefina Dávila Calderón docente y coordinadora musical de los centros musicales sede norte y subsede Escuela Normal Superior de Popayán de la Fundación Nacional Batuta con el Programa Sonidos de Esperanza, dijo que se trabajará mediante sesiones en modalidad virtual y remota para el primer semestre del año 2021; con actividades variadas rítmicas, melódicas, iniciación a la lectoescritura musical, trabajo auditivo, vocal, actividades psicosociales, que se pueden realizar y disfrutar en familia.
En Popayán
En el Municipio de Popayán las actividades del programa se adelantan con sede en el Centro Musical Sede Norte, Barrio Bello Horizonte de la comuna dos, calle 72 Norte con carrera 13 esquina (diagonal al Hospital de Norte) con una subsede en el sur oriente, en la Escuela Normal Superior, calle 17 # 11 A – 43 Barrio la Ladera, comuna seis; beneficiará de manera directa a 140 niños, niñas y adolescentes de 6 a 17 años pertenecientes a población vulnerable con Sisbén y con prioridad de atención a la población víctima registrada. Las inscripciones se encuentran abiertas desde el 18 de febrero de 2021 hasta llenar los cupos, totalmente gratuito.
“Este programa contribuye al mejoramiento de la calidad de vida, la promoción de los derechos culturales, el desarrollo integral y la recuperación social y emocional de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, en condición de vulnerabilidad y víctimas. La música funciona como una potente herramienta de transformación social”, agregó Claudia Dávila Calderón.
El programa fortalece las identidades culturales de dicha población, sus familias y comunidades; promoviendo el respeto por la diversidad musical, por los sistemas de valores y creencias de las comunidades. Desde lo pedagógico las metodologías activas las cuales fomentan el modelo constructivista, en donde el sujeto es protagonista de su proceso formativo, fomenta la cooperación entre pares por encima de la competencia, incorpora los intereses y visiones de los participantes, y fomenta la autodisciplina, o la interiorización de normas y acuerdos, en lugar de imponerlas de forma autoritaria.
La importancia
“El contacto estrecho y frecuente con el quehacer musical en sus dimensiones de recreación y creación, fortalece la autopercepción positiva o auto-estima, provoca espacios participativos de consenso, ofrece un espacio lúdico y agradable alrededor del logro colectivo y la contribución individual entre otros. Así mismo en el programa de iniciación musical ensamble y coro de Batuta fomenta el reconocimiento de la diversidad musical e identidad nacional diversa, incorporando canciones y obras que den cuenta de la gran riqueza patrimonial musical de Colombia”, indicó Dávila Calderón.
La implementación de las acciones de acompañamiento psicosocial, con un enfoque diferencial y de derechos, tienen en cuenta las dinámicas sociales y culturales de las comunidades. Los valores que se agencian en la implementación del programa Sonidos de esperanza se relacionan con el trabajo colaborativo, el respeto por la diferencia, la solidaridad, la responsabilidad y el establecimiento de relaciones interpersonales basadas en el buen trato y una mejor convivencia.
Mayor información con la Docente y Coordinadora Musical Claudia Dávila al 3007835266, con la Profesional en Gestión Social Jenny Charfuelán al 3147372577 y con la Asistente Administrativa Katerin Villani al 3203254914.