Proyecto quefortalece la capacidad técnica y promueve la sostenibilidad económica y ambiental en una de las zonas más afectadas por la violencia y la pobreza en el país.
En el Cabildo San Lorenzo de Caldono, la calidad de vida de la comunidad Nasa ha ido mejorando al igual que sus ingresos, gracias a que sus productores por generaciones han mantenido la producción ancestral del fique; Ahora con esta intervención, también mejoran sus prácticas y su producción con un enfoque ambientalmente sostenible.
Actualmente, en el proyecto participan 100 pequeños productores; 26 mujeres y 74 hombres, de los cuales nueve son jóvenes; todos pertenecientes a la Asociación de Fiqueros, ASOFIQUE, una organización dedicada a transformar la penca de fique en esta zona de la subregión PDET Alto Patía y Norte del Cauca.
En el proceso de producción, las mujeres se encargan de transformar los jugos y el bagazo de la hoja de fique y de desarrollar artesanías ancestrales con las fibras no comerciales; mientras que los hombres indígenas realizan el proceso de desfibrado de la hoja de la planta. Actualmente, la asociación cuenta con 100 unidades productivas y un acuerdo comercial con la Compañía de Empaques S.A.
Tras un año de implementación, uno de los logros destacados de este proyecto es la renovación de las máquinas en mal estado, lo cual permite mejorar la cantidad y calidad de la producción, además de reducir sus costos, según indican miembros de Asofique, “esto es un sueño hecho realidad. Antes debíamos alquilar máquinas por 40 mil pesos día, pero ahora son propias”, señala José María Guetoto, miembro de la asociación.
El rendimiento de sus cultivos inició en 0,8 toneladas por hectárea por año con un ingreso de dos millones 400 mil pesos por ciclo productivo; no obstante, con la implementación del proyecto y la puesta en funcionamiento de la maquinaria entregada, se estima un incremento en el rendimiento del cultivo de 2,5 toneladas por hectárea por año con un ingreso de siete millones de pesos por ciclo productivo.
Con la entrega de desfibradoras de hoja de fique, insumos, herramienta y kits para el montaje de biofábricas; se mejora la calidad de la fibra y se garantiza una producción limpia del fique, reduciendo significativamente el impacto ambiental y mejorando la rentabilidad del modelo de negocio.
“Antes sembrábamos el fique, pero no sabíamos cómo tener prácticas sin dañar el medio ambiente, hasta que nos explicaron y nos dieron todo para trabajar; lo que teníamos se nos dañaba o se oxidaba, hasta que supimos cómo usarlas’,’ afirma María Amparo, una de las beneficiarias.
Por su parte, Juan Carlos Mahecha Cañón, director del Fondo Colombia en Paz, destaca que, trabajar con la comunidad indígena Nasa “es uno de los logros más significativos que tenemos en el marco de la implementación del Acuerdo, pues son las comunidades indígenas los principales guardianes del bosque en las zonas más afectadas por la violencia y la pobreza, donde se desarrollan los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET)”.
Adriana Senior, Presidenta de la Corporación Colombia Internacional afirma que “La CCI en compañía con el fondo Colombia en paz, hemos logrado hacer un solo acompañamiento y un solo esfuerzo para que nuestros indígenas Nassa puedan ver que la oportunidad es con inclusión. podemos demostrar que el campo si funciona siempre y cuando tenga un acompañamiento integral como el de la CCI”.
De acuerdo con el director Mahecha Cañón, tan solo en el Cauca el Programa Colombia Sostenible financia la implementación de 32 proyectos que como este le apuestan a la promoción de la conservación de la biodiversidad y el desarrollo rural sostenible, resiliente y bajo en carbono en los que participan 5.946 familias campesinas, indígenas y afrodescendientes.
Iniciativas que fueron construidas de forma participativa entre las comunidades, el Programa y las entidades privadas que ejercen el rol de ejecutores, explica Mary Gómez Torres, coordinadora del Programa Colombia Sostenible, quien a su vez señala que: “además del fique, en el Cauca estamos fortaleciendo líneas productivas como café: especial, orgánico y tradicional; mora, ají, yuca, panela, miel y frutales, entre muchos más; a través de la implementación de prácticas ambientalmente sostenibles con las cuales generamos conciencia de la importancia de producir conservando y conservar produciendo”.