Cómo lograr la paz interior

Si queremos lograr la paz interior, lo primero es conectar con esa parte divina que llevamos adentro, que es la que nos produce y proporciona tranquilidad.

La persona que posterga para mañana el logro de la paz interior, la aleja de su vida. / Suministrada – El Nuevo Liberal.

Lograr la paz interior es una elección, una opción que podemos adoptar para nuestra vida y para los demás. Si nos lo proponemos nada puede afectar la paz que hayamos anclado en nuestro corazón; la paz que hayamos sembrado en nuestra mente, perdurará por siempre. Para lograr la paz duradera, debemos ponerla por encima de las circunstancias. El estado natural del cosmos, de la naturaleza es la paz, el equilibrio, la estabilidad; por lo tanto, ese estado natural de paz está latente en nuestro interior y forma parte de los anhelos y las necesidades humanas.

Cuando el hombre convive con la naturaleza, adopta el silencio, la quietud, la paz como algo vital y se compenetra con ella. Cada uno de nosotros somos responsables, como ciudadanos, de cuidar y rescatar espacios naturales, esos lugares limpios y verdes que adornan y rodean las ciudades, para preservar la vida, la salud y la paz que genera el contacto con la naturaleza, hemos de orientar a la juventud, para que dentro de la visión de sus vida, incluyan el cuidado de la naturaleza y todos sus reinos, cultivando en sus corazones el logro de la paz y la felicidad duradera.

Trata de vivir con una visión de paz y felicidad, no solo para uno mismo, sino compartida con los demás, no solo para las personas más cercanas que nos rodean, o para nuestros seres queridos, sino que se extienda al país en que vivimos y a todo el planeta. Ser portadores de paz.



Vivencia Esencial método

DESOTO un curso de ADASECC O.N.G. brinda herramientas de transformación en las personas, pues ayuda a superar a todo limitación de la personalidad y a alcanzar los procesos más elevados. Este método se sustenta sobre tres bases fundamentales: La primera, es alimentar la mente, es sacar todo pensamiento negativo, toda emoción negativa y toda situación que no nos permita avanzar como personas.

La segunda, es incorporar a Dios de manera continua y en todos los aspectos de nuestra vida, siempre poner primero a Dios como el origen y el norte a seguir. Incorporar todas sus virtudes y valores, que son su manifestación.

La tercera, es el servicio consciente a los demás sin esperar nada a cambio, servir solo por la alegría de servir, solo por la felicidad de hacer felices a los demás. El trabajo voluntario en favor de la humanidad y del planeta.

Estas bases nos llevan a construir ese aspecto tan importante de la vida, que es la paz interior que tanto buscan las personas en los libros, en películas, en actividades, en las cosas materiales; y no saben, que esa paz está adentro, que nunca la vamos a encontrar fuera, que es el producto de pulir la personalidad y dejar manifestar la luz, que hay que saber excavar y buscar adentro, con el buen sembrador que sabe labrar la tierra y sembrar la semilla, de donde saldrán las plantas que darán los frutos que se van a cosechar y a disfrutar mañana.

La paz interior se vivencia dentro de cada quien, y tiene mucho que ver con el principio fundamental que hemos mencionado y que hemos aprendido y practicado, la comprensión a conciencia de que todos somos una manifestación de Dios, todos fuimos creados por Dios y Dios está en nuestro corazón, Él todo lo puede y se manifiesta a través de la personalidad física.

Si queremos lograr la paz interior, lo primero es conectar con esa parte divina que llevamos adentro, porque esa parte divina es lo que nos produce y proporcional paz interior. Una persona muy relevante de la sociedad dice que: “una de las causas por la cual la delincuencia y la inseguridad se han fortalecido, en el país y en el mundo, es porque las personas se han alejado de Dios”. Ese alejamiento de Dios, provoca vacío, miedo, tristeza, impotencia, inseguridad, desaliento, violencia, rabia y muchas cosas negativas más. Mientras que sentir la presencia de Dios, como padre y madre a la vez, nos enlaza con esa parte Divina entre nosotros y nos proporciona paz interior, protección, amor, plenitud, gozo, alegría y felicidad. Sentimos que en ÉL podemos lograr todo lo que nos propongamos.

La persona que posterga para mañana el logro de la paz interior, la aleja de su vida. Por ejemplo, dice, “Cuando tenga mi familia voy a tener paz y voy a ser feliz”, viene la familia, vienen los problemas normales de toda familia y se altera la paz, “Cuando tenga mi casa, ahí sí voy a ser feliz, voy a tener paz”, tenemos la casa y vienen las situaciones propias de mantenerla, luego dice, “Ahora quiero una casa más grande, pero no tengo el dinero para ello”, y se altera la paz ahí también, dice: “Cuando los hijos sean grandes y se gradúen, ya si voy a tener paz” , sin embargo, cuando los hijos crecen, comienzan a independizarse, a ser ellos mismos como personas, ahí comienza a perderse la paz. Cuando buscamos la paz fuera de nosotros, difícilmente la podemos encontrar, pero cuando surge en nuestro interior la mantenemos estable por encima de todo.

La paz y la felicidad interior van de la mano, las podemos conquistar por encima de todo y esa es la idea, que podamos mantener y lograr esa paz por encima de las circunstancias normales de la vida.

Cuando profundizamos dentro de nosotros mismos, emerge la realizad que somos, el SER. Parece algo paradójico, pero es una verdad, observamos que cuando un árbol comienza a echar raíces fuertes, las mismas se dirigen hacia abajo, y el árbol va creciendo hacia arriba, se va volviendo grande y frondoso. Así mismo ocurre con cada uno de nosotros, cuando comenzamos a profundizar en nuestro interior y a lograr esa conexión con lo que somos realmente, con esa parte espiritual que somos, vamos creciendo también como personas y recibiendo esos frutos que son la armonía y el bienestar.

Citado de: La Realización Espiritual, Cómo lograr la paz interior; Aybar Tomas R.

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