Por Alexander Paloma
Reportero Gráfico El Nuevo Liberal
El 21 de julio de 1921 nació en Popayán Miguel Ángel Ruiz, uno de los pocos veteranos que aún son testimonio vivo de la guerra de Corea; en 1952 fue elegido junto con 250 hombres de todo el país para ir en misión a relevar el batallón Colombia, para ese entonces se encontraba en la Escuela de Ingenieros Militares en Bogotá. El recorrido entre Colombia y Corea según sus propias palabras duró cerca de 30 días en barco, en el cual cada dos días hacían prácticas de entrenamiento.
El veterano recuerda que antes de llegar a Corea pasaron por Japón en una ciudad que estaba en medio de Hiroshima y Nagasaki, (Shimonoseki, queda en el estrecho de Tsushima).
Su estadía en Corea fue de cerca de 9 meses, en los cuales al principio tuvo jornadas de entrenamiento antes de entrar en batalla; viendo un álbum fotográfico que como portada tiene el mapa de Japón, recordó con una de sus fotografías que era necesario calentar el agua para poderse afeitar, pues le tocó afrontar fuertes nevadas.
De regreso a Colombia fue recibido con honores; en marzo de 1953 le otorgaron varias medallas de reconocimiento por sus participaciones en la guerra de Correa; le brindaron la oportunidad de seleccionar a qué batallón regresar, eligió el Batallón de Ingenieros Agustín Codazzi en Palmira, Valle del Cauca por la cercanía con Popayán, en este permaneció hasta 1960 cuando pidió su baja. En esa época construyó su casa y montó un negocio que administró hasta el año del terremoto. Desde entonces incursionó en otro tipo de negocios.
Ayer en medio de la celebración de sus 100 años, Miguel Ángel Ruiz con mucha lucidez dijo de su participación en Corea, “Es un privilegio para mí, me siento orgulloso de haber ido a representar a mi patria”, además recordó que Colombia fue la única nación de Suramérica que fue a ese conflicto.