RODRIGO SOLARTE
Estamos en el segundo quinquenio del siglo XXI. Confluyen Sindemia y pandemia CoVid-19, globales, como convergencia de enfermedades que afectan lo colectivo e individual en el contexto del cambio climático.
Paralelamente, este es el siglo del cerebro, del conocimiento, de la lucha pacífica por la vida, tanto del planeta como humana.
Las Universidades tienen muchísimo que aportar a la humanidad y sociedades. Su autoevaluación para el cambio de época es ética, moral y socialmente irrenunciable. Ella nos compromete a todos, no solo a los estamentos, egresados, gobiernos locales, departamentales, nacionales e internacionales, que van siendo renovados por las nuevas generaciones.
En el 2027, nuestra Universidad pública del Cauca cumplirá 200 años de fundada por Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander. Ella hace parte importante de ASIESCAUCA, ASOCIACIÓN de INSTITUCIONES DE EDUCACION SUPERIOR DEL CAUCA.
Para Colombia, país de regiones, la descentralización ya es norma Constitucional desde 1991, como lo es el reconocimiento de sus raíces y persistencia multiétnica, pluricultural y convivencia de lo público y privado con responsabilidad social.
La región del suroccidente, tiene al Cauca como uno de sus referentes históricos. La historia también se refiere a la que se está construyendo con los diferentes procesos y estratos gestores.
Pasado, presente y futuro tienen conexiones globales, regionales y locales. Desde Uni-verso, estamos concibiendo ya, pluri-versos, por aproximaciones científicas de que no solo en el planeta tierra hay vida.
El contexto geográfico e histórico colombiano, influye lo biológico, creativo y cultural de sus habitantes: costeños, andinos, llaneros, ribereños, campesinos, citadinos, conformando la diversidad biológica y social expresada en lo político organizativo, que también se va transformando acorde al sentipensar, interpretar y actuar electoralmente de la mayoría de ciudadanas y ciudadanos.
Cómo ha sido, es y aspiramos que sea El Cauca, debe ser conocimiento y reflexión para la acción responsable de nativos y quienes lleguen, no solo a capacitarse o formarse como seres humanos, ciudadanos y trabajadores en la labor vocacional motivadora en sus proyectos de vida.
Los cambios de época no se decretan. Son procesos que obedecen a las dinámicas de la vida en comunidad con la diversidad de visiones e intereses en juego, para unos, favorables, para otros, menos, y desfavorables para muchos, como lo es en la situación del Cauca, suroccidente y otras regiones, crónicamente marginadas por el énfasis centralista que ha prevalecido en la gobernanza de los últimos siglos.
El epicentro de la HUMANIDAD es y debe ser siempre, el SER HUMANO, de todos los sexos y géneros, étnias, culturas y estratos, como LA TIERRA y EL SOL, giran sobre nuestras vidas y de las demás especies.
Humanidad y planeta son considerados en crisis, científica y culturalmente, donde por su importancia e influencia, las ciencias sociales incluyen LAS FAMILIAS y las Religiones.
Los seres humanos nos seguimos comunicando por los medios biológicos que poseemos ( órganos de los sentidos por ejemplo) y artificiales que inventamos para facilitarlo o acelerarla ( desde el tambor o cuerno hasta la virtualidad actual ).
La democratización de la educación con calidad humana y científica, no depende solamente de los mayores aportes económicos, más instalaciones físicas y remuneración justa de los maestros a todos los niveles institucionales.
Concebida con integralidad, la EDUCACION, como DERECHO HUMANO tan fundamental como la SALUD facilitadora de LA VIDA, incluyendo la actual CRISI HUMANITARIA, y corrección de principios y valores relacionados con nuestro comportamiento planetario que comienza desde la vereda y casa o vivienda, se impone conceptualmente, la VISION ESTRUCTURAL organizativa del Estado (recursos, talentos, familias, comunidades, aspiraciones, sueños etc.).
Las actuales generaciones, bien formadas y capacitadas, protagonizarán el COMO SERÁ EL CAUCA del futuro.