El Cauca contra la corrupción

ÁLVARO JESÚS URBANO ROJAS

[email protected]

El Cauca demostró valor civil y responsabilidad social al participar masivamente en la consulta, sin la consabida compra de votos, dineros de dudosa procedencia, maquinarias, publicidad, buses, lechonas, tamales y sin el apoyo decidido de los partidos tradicionales. La Consulta Anticorrupción logró un total de 300.147 votos, equivalentes al 31,30% del censo electoral, en promedio las siete preguntas obtuvieron por el 292.236 votos y por el No 2.230 votos.

En Popayán, la participación fue contundente, con 98.640 votos equivalentes al 41,37% del censo electoral que es de 238.403 sufragantes. El SI ganó con 96.912 votos, superando los 69,787 votos que obtuvo el actual alcalde, quien soporta sobre sus hombros una eventual suspensión por once meses.

Es lamentable que a pesar de los más de 11 millones y medio de colombianos que votamos el domingo por la consulta anticorrupción, no se alcanzara el umbral, pues faltaron menos de 700 mil votos para que ésta fuera aprobada. Se necesitaban 12’140.342 votos y aunque ganó el con más del 99 % de los votos válidos, no constituye un mandato vinculante para el Congreso de la República, y quedará al arbitrio del presidente Iván Duque el buen destino de los proyectos que requerirán del apoyo de su bancada y la concertación con los partidos de oposición.

En el Cauca la pregunta que más votos válidos registró fue la que buscaba prohibirles a los corruptos volver a contratar con el Estado y eliminar cualquier beneficio carcelario para éstos.

Para Popayán y el Cauca constituye un éxito democrático de gran significación la participación de la sociedad civil en la consulta anticorrupción, libre de vicios en el consentimiento colectivo del electorado, lo cual instituye un verdadero voto de opinión con capacidad política para cambiar la historia del municipio de Popayán y del Departamento del Cauca, con candidatos a las elecciones locales honestos, por fuera de las maquinarias políticas y verdaderamente comprometidos contra la corrupción, para corregir el rumbo y reivindicar las equivocaciones del pasado.

La consulta anticorrupción es el preámbulo a una reingeniería del ideario colectivo del pueblo caucano, fundamental en el rediseño radical de procesos éticos y morales, necesarios para alcanzar mejoras espectaculares en medidas en visibilidad y trasparencia en el manejo de los recursos públicos, permeados hace muchos años por el clientelismo y la cultura mafiosa que construyen agencias electorales corruptas para perpetuarse en el poder y apropiarse del erario, en perjuicio de toda la ciudadanía. Sin duda los candidatos que se perfilen como nuevos gobernantes, tendrán que provenir de las canteras de los círculos cívicos independientes, con experiencia y trasparencia en el manejo de la administración pública.

Los resultados casi homéricos, pues ni los analistas más optimistas habían contemplado que el Cauca pudiera aportar tanto al consolidado nacional para acercarse al umbral. Lo importante fue que se hizo retando el conformismo de un departamento con un abstencionismo enraizado, y sin las presiones indebidas de los gobernantes locales a empleados de libre nombramiento y remoción y a contratistas de OPS, y sólo con el apoyo decidido de líderes que orientan y motivan el voto de opinión.

Todos entendemos que el caudal alcanzado constituye una victoria política, es un campanazo de alerta para los corruptos y la institucionalidad clientela y “enmermelada” que tiene que reformularse y atender el clamor del pueblo para trabajar por la paz con honestidad, equidad, responsabilidad social y ante todo, voluntad política para construir una país moderno, sin corrupción, con mejores oportunidades de vida para todos los colombianos, con justicia, educación, salud y condiciones de vida digna para el desarrollo sostenible.