“Ya están las judis, la local, la opi, la región”, esa era la pregunta que realizaba Ulman Calero Cobo a los periodistas del antiguo El Liberal cuando llegaba, a las 2:00 de la tarde al periódico y empezaba el diseño y diagramación de las correspondientes páginas.
Proactivo, amable, inquieto y servicial, esas eran las cualidades de este diseñador gráfico de la Universidad del Cauca, quien se formó a pulso en medio de la escasez económica, ubicándose después en este importante medio de comunicación regional, aportando a la consolidación del periódico en material visual.
“Viejo Pacho, yo trabajaba en un restaurante mientras estudiaba en la Universidad, porque mi meta siempre fue siempre estudiar diseño, por eso me di la pela para poder estar en Popayán y sacar adelante mi carrera”, le confesó Calero Cobo al periodista judicial Francisco Calderón en una de las tantas noches cuando se elaboraban las últimas páginas de este medio impreso.
Cuando cumplió con sus estudios, logró vincularse a esta empresa editorial hasta la última edición del periódico en diciembre de 2012, cuando el grupo empresarial Galvis Ramírez tomó la decisión de cerrarlo.
Recuerdos
“Calero fue uno de los diseñadores sobrevivientes del corte, el encerado y la pega en las plantillas de tamaño universal que luego se fotografiaban para hacer los negativos que servían de base para las plantillas de metal que finalmente se acomodaban a los rodillos de la rotativa”, recordó el editor de El Nuevo Liberal, Laurentino Tello Narváez, al conocerse la noticia de su partida.
Luego del cierre, y gracias a su talento en esta área del conocimiento, pasó a la redacción del primer periódico popular de Popayán, El Extra, del empresario Hernando Suárez Burgos. Tras un corto periodo en este medio, Ulman Calero pidió a este último un traslado a la ciudad de Palmira para poder estar cerca a su familia, la cual reside en Ginebra, más cuando su hijo crecía y requería la presencia de ese padre amoroso y entregado que era este destacado diseñador.
“Calero o ‘El Viejito’, como lo conocían sus compañeros de labores, siempre fue esa persona que nunca dudó en enseñar de lo que él sabía y que permitía que su trabajo saliera impecable, sin embargo fueron muchas las risas, las alegrías pero también las rabias que tenía con algunos por no dejarse guiar”, recuerda el también periodista judicial de Palmira, Andrés López.
Por eso, tras conocerse el fallecimiento de Ulman Calero Cobo, realizamos esta semblanza para brindarle un homenaje al compañero eterno de esta casa editorial, donde compartió con muchos profesionales que aún batallan en los medios escritos.