Las basuras de Popayán…

EDUARDO NATES LÓPEZ

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El excelente artículo que la periodista Olga Portilla publicó el pasado domingo 17 de febrero, titulado “Basuras de Popayán, ¿Dónde irán a parar?” me hizo mirar con particular curiosidad la factura de cobro del Acueducto y Alcantarillado de Popayán y Serviaseo ESP, correspondiente a este mes de febrero. En un espacio equivalente a una sexta parte de ella, viene la factura detallada de la Recolección de basuras.

Partamos de que el valor total de dicha factura es de $100,060, discriminados en: $44,664 por acueducto y alcantarillado, más $55,396 por servicio de aseo. Es decir que más de la mitad, (el 55.4%) corresponde al Servicio de Aseo. En proporción a estas cifras, hasta la configuración de la factura debería ser diferente. Surge interesante preguntar: ¿Cuánto le ahorra el Acueducto de Popayán (Empresa del municipio) a Serviaseo S. A. E.S.P. (Empresa privada particular), en costos de facturación, distribución de este papelito y su recaudo? Pues resulta que por ley, (con un mico diestramente diseñado) las empresas de acueducto y/o energía deben apoyar a los privados en esa función. Además, en un cuadrito casi invisible, se detalla el crecimiento mes a mes del costo del servicio de aseo. En mi factura, en 6 meses, ha pasado de $53,830 a $55,396; Sube $1,566 en ese lapso. (Equivalente a $261/mes). En términos generales, las cifras de un usuario, en valor absoluto, no son escandalosas. Pero multiplicadas por el número de usuarios resultan más que atractivas: Son 84.900 usuarios de aseo, que generan una facturación de aproximadamente $2.360 millones mensuales.

Mirando el asunto desde otros puntos de vista, aparecen varias alarmas incómodas, que remiten al nacimiento del problema, cuando el alcalde Ramiro Navia Díaz, en 2011, decidió privatizar el servicio de aseo, con la tolerancia del Concejo Municipal. No necesariamente el manejo privado es malo, pero cuando la gran habilidad de manejo de los empresarios privados supera la fragilidad (¿?) de los funcionarios públicos, el buen servicio corre el riesgo de dañarse, descararse o abusar de la pasividad de los representantes de lo público. También alarma y mucho, la debilidad del Plan de Contingencias de Serviaseo, ESP, cuando por una rotura en la membrana Geotextil que protege el vaso natural del relleno, (daño no absurdamente extraño) se genera semejante caos ciudadano. Esto, por ejemplo, podrían haberlo advertido y hecho público en su momento, los miembros de la Junta Directiva de Serviaseo ESP, doctores Jairo Navia Díaz y Carlos Horacio Gómez. También llama la atención que Interaseo ESP, operador del relleno de Yotoco, diseñado y capacitado para recibir la basura de Cali y otras ciudades del Valle (aprox. 2.200 ton/día), conteste la solicitud de ayuda de su colega, en emergencia, que no puede recibir, por unos días, 220 ton/día de basura (la décima parte), que produce Popayán. Pero cuando interviene la Superintendencia de Servicios Públicos, finalmente, sí puede recibir nuestros desechos.

Hay y habrá muchísima tela adicional de donde cortar para tratar este tema de las basuras de Popayán y las 15 poblaciones caucanas más, que vierten sus desechos en el relleno sanitario “Los Picachos”.

Volviendo al título del artículo periodístico del domingo, las expectativas que nos asaltan ya no serán tanto “donde irán a parar nuestras basuras” sino ¡Cuánto nos irá a costar a los ciudadanos, la emergencia! pues, está perfectamente visto que ese “roto en el geotextil” lo acabaremos pagando “N” veces los ciudadanos, aplastados por las tarifas y la debilidad de las autoridades…

Coletilla: Por fin, viendo la forma como ha sido integrada la terna y sobretodo la línea de mando de quienes lo van a nombrar (Senador “Tito” Ortega-Gobernador Campo), creo que vamos a tener alcalde Petrista… ¡¡¡(Bien hecho…)!!!