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70 niños y niñas que habitan en barrios de alta vulnerabilidad de la comuna 7 de Popayán hicieron su primera presentación artística en uno de los escenarios más emblemáticos, el teatro Guillermo Valencia; cantando en idiomas y ritmos musicales extranjeros y aplicando valores que les ayuda a impulsar su crecimiento personal.
Este proceso inició en el 2016 cuando Yony Anacona, persona en proceso de reintegración, con el apoyo de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), dieron vida a la iniciativa comunitaria “Instrumentos de Paz para la Reconciliación” como estrategia para brindar entornos protectores. Sin tener las herramientas necesarias y motivado por los niños, creó flautas y otros instrumentos musicales con elementos reciclados e impulsó actividades deportivas para mantener la concentración de sus estudiantes.
“Una vez regresé a la vida civil vi la estigmatización que se tenía sobre nosotros, y entendí que la única forma de sobrevivir a ese flagelo era trabajar de la mano con la comunidad para ganar confianza. Empezamos a hacer un trabajo con niños y niñas para devolver un poco de lo que a mí se me negó: jugar y dar oportunidades de vida por medio de la música”, manifiesta Yony Anacona.
Grupo MayDay Brass Hard en Popayán
Fue a través de la ARN Cauca que el grupo MayDay Brass Hard, integrado por 12 estudiantes de nacionalidad francesa, conocieron esta experiencia. Durante un mes y medio llegaron a los barrios Múnich, Germania, Valladolid y Los Campos, a enseñarles estilos musicales que representan a los continentes del mundo.
Lucas Ponsin, integrante del Fanfare MayDay Brass Hard, manifestó su agradecimiento por la forma en como la comunidad los acogió y el ambiente de trabajo que han tenido con los líderes y los niños. “Nos encantó tener este intercambio con ellos. El trabajo estuvo perfecto y se nota que quieren aprender tanto de la música como de nosotros”, agregó.
Ángela Medina, coordinadora de la ARN Cauca, resaltó que “los líderes y los niños han sabido aprovechar la oportunidad, aprendiendo hacer música desde otros ritmos y miradas, entendiendo la necesidad de alejarlos de los riesgos que se presentan en sus entornos y brindar herramientas para el buen uso del tiempo libre”.
Esta experiencia no solo ha logrado que los niños y niñas conozcan nuevas culturas y formas de hacer música. También ha permitido unir a diferentes actores como la Fundación Arinza con Amor, la Administración Municipal de Popayán, el Hostal Caracol y Hostal Travel; contribuyendo con acciones de corazón que fomentan la reconciliación y la convivencia.
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