Víctimas de ‘chiva bomba’ en Toribío recibirán sentencias de restitución de tierras
Por: Olga Portilla Dorado
@olguitapd
auca tiene 3300 solicitudes en total de Restitución, de esas, 2100 han sido decididas, es decir que el 62% de la tarea está cumplida, a tres años de que se cumplan los 10 de la Ley 1448 de 2011, o Ley de víctimas. /Fotografía: Olga Portilla
El 9 de julio de 2011 es una fecha que aunque duele recordarla, para los habitantes de Toribío es imposible olvidarse de ella. Ese día, este municipio sufrió uno de los peores atentados que la guerrilla de las Farc cometió en su contra. Una chiva-bomba ubicada en el parque principal dejó como saldo cientos de heridos, más de 400 casas destruidas y cuatro muertos.
Ese hecho, hace parte de la larga lista de atentados y hostigamientos que ha sufrido este lugar, el cual según varios reportes mediáticos tiene el deshonroso reconocimiento como el municipio de Colombia más atacado por la guerrilla. Entre 2003 y 2016 la Policía Nacional tenía en sus estadísticas que eran 72 hostigamientos y asaltos a la población, sin embargo los habitantes hablan de que Toribío ha sufrido más de 600 hostigamientos y alrededor de 15 tomas.
Pero ante estos hechos, la comunidad, especialmente las mujeres han sido ejemplo de resistencia, de lucha por pervivir, por sacar a sus hijos adelante a pesar de las cicatrices que les dejó la guerra.
“Hay historias muy significativas entre los beneficiarios de estas sentencias, por ejemplo el de una mujer que sacó adelante a sus hijos después de perder a su esposo, de perder su casa. No se dejó vencer y con mucho esfuerzo y yendo y viniendo por diferentes municipios del Cauca logró darles estudio y hoy están a punto de terminar sus carreras profesionales en la Universidad”, relata María del Mar Chaves, directora de la Unidad de Restitución de Tierras en el Cauca.
Esa valentía y resiliencia de estas mujeres, y de hombres también víctimas de estos hechos, toman mayor significado por estos días, pues a nueve personas les será entregada su sentencia de restitución de tierras, donde el Estado está obligado a repararlos y a brindarles las condiciones para retornar y reconstruir no solo sus casas destruidas sino su vida, el de su familia y su futuro.
“Este es el segundo grupo de sentencias que se entrega en Toribío, y en etapa judicial hay otro significativo número de demandas, hay que esperar que el juez se pronuncie sobre ellas, lo cierto es que en su gran mayoría las sentencias son favorables a las víctimas”, afirmó la directora de la URT en este departamento.
Y aunque la entrega oficial no se logró hacer por las amenazas de paro armado del Eln, el compromiso de la Unidad, es apenas se tenga el ‘visto bueno’ por parte de la Fuerza Pública, desplazarse hasta Toribío y darle la buena noticia a estas nueve familias.
“Esta política que le apuesta a reparar en medio del conflicto tiene que tener una articulación prudente, muy rigurosa y disciplinada con la Fuerza Pública, actuamos en la medida que las condiciones de seguridad nos lo vayan permitiendo, y esas son variables que como en este caso cambian de manera inmediata y debemos aplazar las salidas a terreno”, indicó María del Mar Chaves.
Santa Rosa, a restituir en medio del olvido
En la planeación realizada desde el año pasado por parte de la Unidad de Restitución de Tierras y teniendo en cuenta que había municipios que cumplían con condiciones de seguridad media para intervención en materia de Restitución, en diciembre se expidieron los actos administrativos que ordenan la intervención en: La Sierra, Florencia, Rosas, Santa Rosa y Puracé.
Por sus características geográficas el municipio de Santa Rosa se ha convertido en un ‘reto’ para la Unidad de Restitución de Tierras, no solo porque desde Popayán a su cabecera municipal hay entre 6 y 8 horas, sino porque sus corregimientos quedan a distancias considerables del casco urbano, recorridos que por tierra o agua demoran entre 8 y 10 horas, o incluso más de un día.
“Santa Rosa también ha sufrido de manera silenciosa la guerra durante muchos años, y esa situación la ha favorecido el aislamiento que tiene el municipio. Es un pueblo fantasma, hay muchas casas desocupadas, se siente la soledad. Es una zona con mucha vegetación, mucha agua pero también muchas necesidades. Santa Rosa cuenta con 111 solicitudes de restitución de tierras dispersas en todo el municipio, pero la Unidad está empeñada en identificar hasta el último predio solicitado, esa es nuestra labor”, señala la directora.
El 29 de enero estuvieron en el municipio, allá tanto el alcalde como sus funcionarios se comprometieron a estar en entera disposición para el proceso de restitución, por lo que la primera salida del equipo de la URT hacia la zona será a comienzos de marzo.
“En el 2017 tuvimos un antes y un después con la firma del Acuerdo, el año pasado la Unidad de Restitución en Cauca decidió mil casos y eso no es de poca monta en un Departamento como este, y eso se debió a que teníamos el viento a nuestro favor; pero ahora el clima está enrarecido y hay miedo y tenemos que adaptarnos a esos cambios, a esos factores en el orden público en un año electoral, en un año en el que se mueven muchas cosas, pero hay que seguir trabajando hasta el último minuto por las víctimas”, puntualizó Chaves.
En municipios como Santander de Quilichao, Bolívar, Balboa, Patía, Timbío y Popayán la labor de restitución de tierras ya quedó hecha, y el 100% de sus casos están decididos, por lo que pasarán al proceso de cierre de microzonas.
Municipios como La Vega y El Tambo continúan con casos que aún no se han decidido, en El Tambo, están los de la parte alta, zonas que limitan con la costa pacífica y con Argelia. En Argelia también hay varios casos que no se han resuelto, siendo este el municipio que más solicitudes tiene. En Corinto, al norte del Cauca, ya se microfocalizó el casco urbano, pero hay zonas donde la labor se está haciendo articulada con las comunidades indígenas.
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