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    Patojiando: Vanidades que matan

    Aquiles tuvo conocimiento que un grupo de ciudadanos invitó a los aspirantes a la alcaldía, avalados o apoyados por fuerzas políticas o movimientos alternativos, para recomendarles que se unieran en torno a uno, porque divididos no llegaría ninguno al primer cargo de Popayán; luego de que los cuatro candidatos que asistieron dieran vueltas y revueltas defendiendo cada uno su legítima aspiración, no fue posible avanzar en el propósito que motivó la reunión. Aquiles, que estuvo en esa reunión sin pronunciar palabra, pero muy juicioso oyendo y mirando el comportamiento de los candidatos y sus asesores; cuando se despidieron exclamó: Estas vanidades son las que matan.