Valor y significado de la crianza humanizada

‘Sanando con Historias’ pilares fundamentales para una crianza amorosa.

Ana Lucía Matta Casas tuvo una charla amena con Danilo Reinaldo Vivas, colaborador habitual de esta casa periodística. / Fotos Suministradas – El Nuevo Liberal.

Entrevista con Ana Lucía Matta Casas, abogada de la Universidad del Cauca, especialista en Derecho de Familia de los niños y actualmente desarrolla un proyecto para escribir historias soñadoras para niños.

El Nuevo Liberal: Precisamente uno de los elementos centrales de esta entrevista es su proyecto, háblanos de esta iniciativa.

Ana Lucía Matta Casas: El proyecto se llama: ‘Sanando con Historias’ y los pilares fundamentales son los que he denominado como la crianza amorosa, que es una mezcla entre la tendencia de la disciplina positiva y la espiritualidad en los niños, que me parece fundamental fomentar en los niños, entre la conciencia de Dios como un ser superior y estos dos elementos sumados a la construcción de las historias. Esto es producto de una certificación que hice con un Instituto de Estados Unidos para la construcción de historias sanadores; desde el punto de vista científico, me di a la tarea de buscar quien en el mundo estaba construyendo historias en esta dirección, a fin de poder unir en mi proyecto, todos estos elementos que son fundamentales en la crianza de mi hija y a partir de mi experiencia como mamá, poder compartirla con los demás y aportar a todos los padres de familia.

ENL. Esa construcción de historias está motivada por la iniciativa del autor, pero es una construcción con tu hija, ella también como autora.

ALMC. Claro que sí, desde las experiencias de vida que he tenido con mi niña es que nacen estas historias y ellas han ido evolucionando a que cumplan los preceptos de historias terapéuticas como tal.

ENL. ¿Cómo manejar la crianza amorosa en una sociedad que a veces es demasiado agresiva con los niños?

Carátulas de las obras de Ana Lucía Matta Casas.

ALMC. Lo primero que hay que considerar en la crianza de los niños y en los diferentes contextos que podamos llegar a interactuar con ellos, es el respeto como seres humanos, tener en cuenta que por más que tengamos un bebé de meses en frente, tenemos otro ser humano en toda su dimensión y que como adultos tenemos que guiarlos en el proceso de crecimiento y desarrollo para llegar a ser también adultos, con mucho amor pero considerándolos siempre desde su desarrollo cognitivo e intelectual, desde las pequeñas personitas que son en sus diferentes etapas. Hablarle al niño como niño, considerar sus sentimientos como niños, no minimizarlo, no creer que sus emociones no significan, orientarlos, guiarlos y mediarles la realidad para que puedan crecer como adultos.

ENL. Como abuelo y como padre he ejercido, como todos los padres, una actitud de formación y muchas veces culpamos a los hijos o nietos por conductas o comportamientos conflictivos que se presentan, no será que le problema es de nosotros los adultos.

ALMC. Claro que sí, suena duro, pero yo pienso que a los adultos se les olvida que han sido niños y muchas veces la niñez de muchos adultos ha sido permeada por situaciones dolorosas y tristes, que hacen que no hayan disfrutado su niñez como está llamada a disfrutarse. Cada día de la vida cuenta y cada minuto de la niñez debería ser disfrutado y ser un momento para aprender, no teniendo en cuenta siempre la adultez como destino, sino un fin en sí mismo: la niñez.

ENL. ¿Quiere decir que las ‘Escuelas de Padres’ deben construirse a partir del entendimiento de la racionalidad de los niños, en el mundo mágico en que ellos crecen, para poderle llevar esa magia a la “racionalidad” de los adultos?

ALMC. Absolutamente, las ‘Escuelas de Padres’ son esenciales, dentro de ellas deben respetarse los ritmos mágicos de los niños, lo principal es el respeto por el niño mismo, es una tarea que no es sencilla porque dentro del respeto que merece cada grupo familiar sobre cada pauta de crianza, también hay que saber convocar, trasmitir criterios, que lleguen a ser unificadores para tener un norte en la construcción de una mejor sociedad, más sensible, más humana, que nos lleve a construir un mejor mundo.

ENL. ¿Hay una tendencia, en nuestro medio, que a las ‘Escuela de Padres’ solamente van las madres, cuando la responsabilidad en la crianza es de ambos, porque cree que sucede esto?

ALMC. Yo he sido afortunada y he estado rodeada de unos padres muy presentes, incluso hablo de mi padre que está en el cielo, pues sé que él ha estado muy presente conmigo aquí, pero la verdad es que es cierto, y pienso que es el rezago de la cultura machista que hay todavía, de creer que los asuntos de crianza son únicamente de las madres, sin embargo, hay que sembrar el granito de arena y por supuesto que los padres son esenciales en la educación de los niños, hay que buscar estrategias, de pronto las ‘Escuelas de Padres’, que son organizadas en los colegios, puedan adaptarse al tiempo en que los padres también puedan asistir y darles la importancia que tienen, a que ellos sientan que son importantes en la crianza, porque definitivamente lo son. Ahora, también son bienvenidas otras formas de familia donde está la mamá con el niño, donde la familia no está estructurada y todas ellas tienen que enaltecer los roles para que los niños puedan crecer de manera integral.

ENL. ¿Este fenómeno de lo que llama familia no estructurada, donde hay una mujer que es papá y mamá, o donde hay un papá, que es papá y mamá, o el caso extremo de una abuelos que son papás y mamás, situación cada vez de mayor ocurrencia, no hace pensar que es urgente el poder rescatar la esencia de la familia en toda su dimensión?

ALMC. Yo vuelvo con la misma palabra que estoy repitiendo y es el respeto. Fundamentalmente, desde el respeto y desde entender que mi familia que por más de que no esté estructurada como la tuya es tan familia como la mía, finalmente son familias. Los roles de papá y mamá, cuando no está el papá presente, se nutren de los roles de los cercanos, de los abuelos, tíos, y que en mi caso particular, mi tío ha sido mi papá, en ese sentido obviamente no suple un rol el otro, pero si se nutren y si podemos tener también familias cercanas que nos hagan evidenciar como son esos roles.

ENL. Un tema que me llama la atención es el verte con una camiseta que dice “mamá” y la expresión “adoptiva” tachada, mandando un fuerte mensaje, sobre eso me gustaría que hicieras referencia porque es algo muy común ya en nuestra sociedad, tener entre comillas hijos adoptivos y a veces ese calificativo pareciera que se sobrepone a la naturaleza como tal de ser hijo.

ALMC. Absolutamente cierto, y justamente es a lo quiero invitar, a borrar del léxico la palabra adoptivo en mamás, papás, hijos, como Abogada tengo el estudio jurisprudencial en el que yo sustento mi posición de que incluso puede llamarse discriminatorio, llamar a los hijos, mamás, familias adoptivas, no es lo más apropiado hoy en día. Mi invitación es simplemente a eliminar esto del léxico, a llamarnos hijos, mamás, familias, como cualquier otra familia, a que se vea de manera muy natural, a que le quitemos el adjetivo, etiqueta, calificativo, porque esto trae una cantidad de creencias que no se ajustan a la realidad y mi postura es que cambiando estas palabras podemos lograr un mundo mas incluyente.

ENL. El sentido de las palabras con la fuerza del sentimiento mueve montañas, obstáculos y abre el pensamiento. A propósito, leo el título de una de tus obras literarias: “Obvio a mí me adoptaron, soy amada, anhelada, esperada y soñada”, háblenos de ella.



ALMC. Para estas alturas es natural decir que mi familia se conformó por adopción, somos los felices papás de una hermosa niña. “Obvio a mí me adoptaron, soy amada, anhelada, esperada y soñada” nace del día en que mi hija quiere contarle la historia a sus compañeros de clase, ella siempre quiere contar su historia de manera muy abierta, vive muy orgullosa de su historia. Nos fuimos al colegio muy elegantes, emperifollados para la ocasión y en frente de sus compañeros ella empezó a contar que la habíamos esperado en una casa, que su mamá no la había esperado por la barriga, sino con tanto amor, que se podía decir que había nacido de su corazón; sus compañeritos decían no entendemos, hasta que uno de ellos dijo ella fue adaptada, entonces ella dijo: “Obvio a mí me adoptaron”, entonces para ella es muy natural. Hay varios mensajes muy lindos de esa experiencia, primero la naturalidad de ella, segundo los niños curiosos pero libres de prejuicios y tercero un niño que dice: “ella fue adoptada”, es decir que los papás de este niño han hecho un trabajo muy hermoso con sus propios hijos, en el sentido de aceptación y de incluir la realidad de una familia por adopción como algo cotidiana y efectivamente como dice el cuento, hubo celebración, pastel, fotos y fue tan hermoso que de verdad valía la pena plasmarlo en este cuento.

ENL. ¿Qué mensaje le da a la sociedad payanesa de cómo avanzar en este proceso de ir quitando el adjetivo y/o señalamiento que, a veces hiere y que lastimosamente se utiliza de manera peyorativa, al referirse a los hijos adoptivos?

ALMC. Considerarse parte de la sociedad, no hablar en primera persona, sino aceptar que somos, es precisamente lo que me lleva a tener esta iniciativa y es esa necesidad de sembrar la inquietud, de manifestar mi intención de servicio frente a la ciudad y sociedad en general. Agradezco mucho la acogida que han tenido mis cuentos, muchos me dicen cosas bonitas y, bueno, la invitación es a que todos empecemos a construir, a que eliminemos la expresión adoptivo, que a los hijos no se le digan adoptivos, ni adoptados, los hijos son hijos y por supuesto que vienen de Dios, así como lo digo en mi otro cuento: ‘Más allá del cielo, la luna y las estrellas’.